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AGUJEROS DEL DÍA
Entre los
tantos agujeros del día el comején en las cornisas hay tantas casas grises como
la ceniza que emerge del subsuelo del aliento como tantas osamentas en el
insomnio explosivo de las profundidades del océano como la rebelión de los
huesos en un siglo de oscuridad el tiempo husmea en la maroma de los trenes desnuda
la ridiculez de los tapiales hiende la polifonía del cigarro entre mis dedos
acostumbrados a tocar las banderas de la saliva el vómito de las estaciones
furibundas los cerebros adoquinados por creencias inverosímiles yo mismo
devengo de una claridad incongruente diferentes palabras para la misma
mitología discípulo de tantos manifiestos incongruentes con museos de herrumbre
colgando de las pupilas sobre el espejo
busco la paternidad de lo diáfano la sed me lleva a morder la luz del césped
fechar mis poemas a romper los músculos del pensamiento hasta verme frente a
frente con el arado de las batallas del minuto escarbo en el ascensor del
viento en la escarcha que deja el parpadeo: hoy el sudor después de todo es un
paraíso artificial en medio de las palabras amargas de la brasa entre las venas
del poema el pecho adolorido de hacer tantos inventarios: el hambre me unge de
barbechos artificiales ante ciertos transeúntes embriagados de gloria disputándose
la poesía yo prefiero mirar los retablos de las polifonías la serena recompensa de la lucha y no el
encarnizado teatro de la ficción vengo del infierno y del purgatorio siempre
vengo de allí buscando mi lámpara maravillosa y aunque se dulcifique el gusano
de la ponzoña ella no va conmigo prefiero mi barba y la caverna adusta los
fanatismos están posesos de ángeles oscuros —yo prefiero las gradas de tus
poros y la medialuz del cielo de tu pubis la claridad resucitada del pan y el
cojín voluptuoso de las semillas del mordisco en la comunión de la humanidad que
nos atribuye el meridiano de las alas pues nada es más gratificante que el
cordaje exaltado del celo en la voluntad del pensamiento otros hablarán de
insania en su propio laberinto nosotros simplemente prolongamos el goce de la
voluntad los alcaloides del cierzo fermentado en el frescor del surco submarino
lo demás es sólo conspiración en un mundo de asombros y conquistas
Barataria, 03.XI.2012
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