Imagen cogida de la red
PÉTALOS NEGROS
En el viaje de los sueños, los techos suspendidos de la melancolía.
La destrucción impune de los
pétalos, los trenes negros de lo inmóvil.
A menudo, la telaraña de lo
incomprensible avienta güishtes a mis ojos;
a menudo, la asfixia, reitera sus
dormitorios fúnebres:
la noche hace sus estragos.
¿Acaso reverberan los paraguas de
los despojos y el grito de siempre?
(Nada termina. Todo permanece.) Sobre el ala, la piedra del duelo, el
tabanco
y el hollín a quemarropa como un
estanque siniestro.
(La herida siempre es más duradera que la propia inmolación.)
—Ahora, el viento huye de las
ramas: en el pecho, la infancia deshecha;
dentro del sueño, el pétalo sin
el jardín de los ojos contando los minutos
rotos de los caracoles, el cieno
que moja los zapatos…
Barataria, 20.VI.2014