sábado, 31 de enero de 2009

Pozo-André Cruchaga

Miramundo, AC






____________Pozo_________




El grito o el sueño mojan los párpados.
Los labios resecos en la llaga de la agonía.
La lengua inerte ya de tanto lamer paredes:
—los ojos sin rostro en la miel de la noche;
Noche ahí perenne en la prisión del tiempo.
—Nada hay aquí con los pensamientos helados;
Cansadas las ingles, amarilla la herida,
La tempestad del cuerpo cae en el erial
De ese vértigo aniquilante…
No hay amanecer donde esta hondura nefasta,
La carcome el tiesto de la neblina.
—Un día y otro día, en círculo, es un día
Sin manos, sin cara, sin palabras suaves.
En la boca de ese pozo sólo caben mis llagas:
La lengua lame sus propios insectos;
La esperanza no llega a estas paredes cerradas,
Ni los pensamientos cavan en la cuenca
De los ojos. —Sólo ese vacío vertical, desde
El fondo, osamentas de hormigas, consiguen
Deslizar amaneceres sordos como el pétalo
Confundido bajo la hojarasca de los cabellos.
En este patíbulo caen cuerpos y cuerpos:
—el mío y tantos con dolor y llanto. El mío
Y esos otros que desnudaron en la intemperie
Y fueron atados a los cordeles de la noche.
Cuando llegó la noche se perdió toda ternura.
—Cada quien mordió las aguas del frío;
Cada quien en el frío desveló aguas saladas.
Nada hay en los sueños que no sean espacios
Vacíos —bocas sin gargantas propensas al dolor.
Las dudas del pensamiento no se tornan
Espejos asibles, sino distantes tragaluces,
Donde apenas, —si es que no calla—,
El sol entra menguante, pequeño y pútrido.
Jamás la vida es de uno en absoluto, hay
Quienes la construyen por más resistencia
Que se ponga —hay quienes caminan cortando
Los colores para verterlos en herida sinuosa.
Invisible aquí el filo pero corta las palabras.
¿Qué pozo no hace perder el ritmo de la vida,
Cuando la prisa de las abejas ensordece
Los sentidos? —En este gris espeso, la suerte
No tiene nombre, ni se salvan los nombres
Del tormento, ni hay milagros…
Hasta las penas, en un momento, carecen
De memoria…
Barataria, 31.I.2009.


sábado, 24 de enero de 2009

Piedras_André Cruchaga

André Cruchaga, El Salvador






__________Piedras__________





Almas del sereno, la vigilia y la intemperie.
Semillas del cuerpo fueron haciéndose
Cada vez que el sueño se hacía extraño
Habitante. Piedras entre el grito del fuego.
Nunca entendí su dolor inmutable; ni su lengua
Al ras de la tierra, cuando alargaron la voz,
Ni la turbulencia del acecho frente a las aguas,
Los zapatos o la orina. Nunca vi en ellas
La sonrisa, sólo su aliento frenético al mediodía.
Ahí siempre alargando su mano de dura
Belleza como muchos instantes que han cambiado
La vida. A menudo encuentro gotas de sueño
En ellas. —gotas de sangre y gritos.
Quizá un día alguien las vea en la noche.
Son a menudo esos espejos quebrados del viento
Que nadie quiere tocar, ni guardar
En el cautiverio de los libros. A menudo están
Bajo los matorrales o entre los ojos cotidianos
Del sol: golpea esa solitaria forma de muro;
En las manos del criminal carecen de respiración.
Pronto se vuelven como la mujer
Que ya no lo ama a uno: —pronto su agónico
Rostro se vuelve antigua cerradura.
Ellas suenan en ciertas caricias o tornan
En fatiga la travesía de los muelles o las estaciones.
Tantos años de vida y siempre están solas.
Todas me esperan al fondo del nicho.
Todas están ahí en su larga monotonía.
Ninguna descifra la impaciencia de mis ilusiones:
—fueron así la divisa en mi rostro atribulado.
Son juntas las paredes de mis torpezas.
¿Quién las puso como palabras en mi rostro?
Llenas están de mi escalofrío. Llenas de tiempo.
La espera bebe en su vaso oscuro.
Y sin embargo el soplo del viento las desgasta.
La noche junto a ellas me acaricia, esa noche
De tu cuerpo ausente, esa noche sin manos,
Sin pies, sin aves que laman los espectros.
El crepúsculo sembró en las tinajas los relojes,
Por eso bostezan indolentes las horas…
Siguen fijas en mis ojos, siguen inmensas
En las ramas de mis sueños, siguen inclementes
Sin puertas ni ventanas y sin embargo
Del tamaño del mundo. No sé si alguna noche
Las veré mañana, si atónito puedo ver tu sonrisa
Y tocar tus manos y abrazar tus brazos
Y mirarme en el tren de tus pupilas
Como se miran los ojos en la aspiración del alba.
No sé si al fin sacudirán la tristeza global
Y el mundo pueda deshacer su desventurada
Fortaleza. Sólo así, tú y yo, podremos dormir
Sin pensar el los fuegos del oprobio…
Barataria, 24.I.2009

viernes, 23 de enero de 2009

Desaliento interior

Paisaje





_________Desaliento interior_________




…niebla ardida
desde todas las distancias emergiendo
PABLO DE ROKHA


Ecos del pensamiento en las campanas:
En el interior hay algo que se pierde
Del andar —hay algo que ya no es y pervive.
Calles sin pájaros descienden del rostro.
Palabras sin rocío pisotean las sienes.
En las manos desembocan figuras deshabitadas:
—¿Qué ha sido todo este tiempo escribiendo
Anhelos en el papel, en los manteles tiritantes
Del eco, en las paredes donde hay tantas
Proclamas?: unas con sentido; otras, apenas
Meros desahogos de la noche sin remordimiento.
El espectro de los rieles suena en mis oídos:
—trenes de otro tiempo, escalera
De durmientes sobre el suelo de guijarros.
Dios invocado y deseado. Apetecido en la hora
Pesada de los kilómetros, en ese harapo
De caminar la noche saltando las compuertas
Frenéticas del cielo. Labios hondamente
Girando en la hojarasca junto al badajo
Torpe de las estrellas… Amarilla la noche
De la risa junto al ojo vaciado…
Gira la pupila del calendario en su desvarío:
Herida tras herida haciéndose reino,
De ese otro reino que es el dolor perenne
De saberse uno vivo entre calles despojadas
De verdores. Uno muere a diario.
Podría no ser cierto, pero se muere a diario.
Hoy sólo evoco y espero. Espero
En las esquinas de las calles y evoco:
No sé qué tiempo es este mientras deambulo.
Trato de explicarme la corriente
De las piedras, esas aguas que dejan
Evidencia en el alma, el instante roto
Donde la lluvia se desvanece, la gota
Caliente del ojo que incendia los poros.
He dejado tanto en el casco de la mirada:
Ir, venir, estar siempre en ninguna parte
Como un extraño habitante ahogado
En la aurora. En la oscuridad de la luz
Camina mi sombra: Esperar tanto
Lo que se niega, ese otro sueño que apresa
Los sentidos pero funda aguas subterráneas.
Entre el ayer y hoy hay un puente de bruma:
Racimo de nidos entre la zarza,
Ciudades de perezosa música, gratuitos
Despeñaderos donde hieren las palabras.
Vivir y morir en la lengua de la espera:
—permanecer así desterrado en el presente
Y no tener el sosiego necesario
Para caminar sin demonios en el día.
Vivir y morir en la lengua de la espera:
Sin vida, sin Dios, sin nadie que acune
Cuando cae la niebla en el alma…
Barataria, 23.I.2009

viernes, 16 de enero de 2009

Jardín de la memoria_André Cruchaga

Fotografía: Donald Aguirre





________Jardín de la memoria_______




A María Eugenia Caseiro,
Por su vitral de pétalos



Hay ahí en medio de todas las fechas,
Un jardín resplandeciente de pétalos
Sin límites: peces radiantes y múltiples
Como el Pastor que hizo el milagro
De sembrar horizontes en el hambre.
Sol y cielo tienden su hamaca celeste
Sobre el césped trenzado de los anhelos.
Más que imagen, el jardín de la memoria,
Es un espejo de ámbitos inefables.
El aliento del cierzo levanta sus pupilas
Y en sandalias camina los aromas
De cada planta y de cada veta:
—manantial abriéndose húmedo en el costado,
Y a la alta cobija derramada del planeta.
No sé cuándo el paisaje se tornó túnica
O el consenso de las abejas le dio vida;
Lo cierto es que en su templo de colores
La intemperie jamás cuenta
Porque es la túnica sobre el baldío.
Ayer nomás la utopía era postulante
A la orfandad y a la diáspora del polen.
Era una hoja en blanco: —una hoja donde
Escribir tantos destierros; pero ahora,
Se puede leer en el estanque revivido
Del día con la labor progresiva del espejo.
Hay ahí en las manos de la tierra
Un ultramar de amparos y alas. Una voz
Que repite o que más bien convoca
Al delantal del karma para encender
El secreto de las raíces, al igual que el trasiego
Del credo en el grial de la alianza.
Ningún jardín pervive sino en la memoria:
—En ese remoto altar de los conjuros
El infinito respira en su confiable fantasía.
Ningún jardín escapa a los ojos:
La audacia está en despertar siempre
Entre el follaje sin más proclamas
Que la purificación del rocío en el huerto.
Barataria, 15.I.2009; 01:21 am

jueves, 8 de enero de 2009

Trastiempo_André Cruchaga

Trastiempo: Collage AC





__________Trastiempo__________



“Primero tendréis que ir por el camino del infierno.
Y hasta la glorieta de Proserpina, hija de Ceres,”
Ezra Pound



Yo no comprendo nada.
¿Me entiendes? —Dice la gente.
Hay cansancio
Fatiga
Fragmentos de huesos
Los recuerdos de piedra
Orugas
Antenas púdicas
Manos cegadas por el absurdo
Esperanza que no conozco
Entre la ceniza.

Hay cansancio.

¿Me entiendes?

—No. No entiendo las posturas cancerosas
El humo como pasta
Que sale de ciertos cerebros
Hollín con fórmulas
Derretidas
Escupitajos aterradores
Piedras que masacran en el ayuno
No entiendo la globalización
Del sexo ni del hambre,
Ni la guerra mediática que vivimos
El soborno que se vuelve
Tuétano
Me da asco quien se niega
Al coloquio
A las plumas
Al que fabrica cadáveres

¿Me entiendes? —Dice la gente.

—No. No entiendo nada,
En esta somnolencia del trópico.

Hay cansancio gritando
Corpóreamente por todos los poros
Hay cansancio.

No sé si en ultramar
También se grita
De impotencia
Como ráfagas disparando
Sobre la saliva de las olas
O en los ecos de la sal
Voraz y desesperada
Yo veo mas con los ojos cerrados
Cuando el relámpago ensimismado
Riega su destello
De hormigas en mis parpados
Y los fantasmas del sueño
O la realidad
Hiere a este infierno de expoliaciones.

Hay cansancio en todas partes.

Por eso prefiero no estar aquí
Con el ciempiés del verdugo
Como rehén viviendo
El ultimo día de un siglo.
© André Cruchaga
De: Intensa sed
Barataria, Agosto de 2003.

martes, 6 de enero de 2009

Alegoría de las calles_André Cruchaga

Calles...



_______________Alegoría de las calles

Transeúntes en un largo vacío/ Calles cortando
el horizonte/ Por donde se gastan los zapatos

Calles sin retorno/ Abrazadas a las rocas
De las sombras

En ellas desciende el viento/ Buscando sitio
Para luego perderlas/ O dejarlas caer
Al magma envejecido de los recuerdos

Calles sin horóscopos/ Trizadas por las hojas/
Y babeando polvo/ Calles heridas y mutiladas
Sin sólidos relojes/ Y lunas blancas
Calles de pronto narcotizadas/ Por el odio
Y por hongos en las retinas/ Sin nomenclatura
Ni museos de arte/ Ni alambiques
Para destilar la memoria/
Calles a menudo sin valor de Patria
Con pólvora/ O un cuchillo/ Sin testigos
Calles desoladas/ Donde se saquean sueños
Y se beben espinas irascibles/Bacterias
Chantajes/ Y de vez en cuando solo de vez en cuando
Vertiginosos misterios

Calles con campanarios de ceniza
Cristianas como nuestra América
Supurantes como los rezos
Encabritadas como las espadas
De los conquistadores

Hay en ellas/ Un calvario de famélicos
Territorios/ Donde los dientes ejercen de dioses
Y el sexo de meticulosa eucaristía

Calles en fin de aquí o allá/ Aferradas al delirio
A la gangrena de la fe que no mueve montañas
Sino que incuba cegueras/ A la paz que dan los muertos
Cuando parten a ese abismo/Sin retorno
Calles en fin/Que nos habitan/ Pregonando huesos
Y amargos sonidos/ Como la noche que desgaja
Con sus mordidas al destino.
© André Cruchaga
El Salvador, Octubre 23 de 2003.