© Obra pictórica de Jackson Pollock
BELLE ÉPOQUE
…sobre los charcos dejados por la marea como trozos de un espejo roto,
después, tras ellos comenzaban las luces sobre el aire pálido, temblando un
poco como mariposas que revoloteasen en la distancia.
William Faulkner
Dentro de la caja del tórax el tiempo que nunca fue nuestro, aunque lo
quisiéramos: entre maniquíes y pajar la fábula como astillas enloquecidas, el
laberinto monzónico de las perplejidades frente a la ventana. La usura nos
llueve como un escapulario en medio de las manos, todo el óxido de las
abstinencias con los nombres borrados en un bocado de espinas. Somos nadie en
este país asolado por la peste del odio y la mentira; perdimos la identidad en
la avaricia enarbolando la desmemoria; sin panes para multiplicarlos danzamos
en la embriaguez de las cloacas indefinidamente. Danzamos siendo pasto de la
noche, esbeltos como un grito en los dominios del fuego, tallados como el
desquicio de un espejo: la brasa borró las huellas del sueño a la velocidad en
que se pierden las entrañas y cordura. Solo nos queda abrazar el imaginario de
la jauría con su parloteo de taberna.
Del libro: “Ahora es de noche y tú no
tienes nombre”, 2022.
©André Cruchaga
© Obra pictórica de Jackson Pollock
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