sábado, 24 de diciembre de 2016

VERSIÓN DE LOS OJOS (MONÓLOGO)

André Cruchaga, visto por Lucian Opriceanu (Rumania)





VERSIÓN DE LOS OJOS
(MONÓLOGO)



Recordado tapiz, enjoyado por los donceles madrugadores,
saltando entre banderas con la cara quemada de los bandoleros,
con los guitarreros que les llevan agua a los caballos
y con las dormidas anémonas falsas de la mujer despreciada.
En las endurecidas endechas de las azoteas
que borraban las noches notariales
que si se abrían sobre la muerte, pestañas y peinecillos
grises del estanque recurvaban como un barco amarillo.
José Lezama Lima




¿Cuántos ojos ciegos están o han quedado atrapados en su propia memoria? ¿Cuántos sin no ver miran? ¿Cuántos sentidos mitigan la noche del mundo? Uno vive esa acumulación de experiencias, el peregrinaje continuo hacia la vivencia. Cada tiempo se va haciendo una atalaya histórica y aún hay mucho por recorrer aunque sólo sea a través de las ventanas. Nadie que yo sepa está exento de todos estos resfriados, de la gangrena, de la genuflexión.  Nadie con la boca abierta frente a los ruidos, nadie ante el pálpito de cabeza micro cefálica. Sé de seres que viven atrapados en una lágrima, en la piladera insomne de la historia, o en la horqueta de sus ansias, o en la dentadura postiza de la incredulidad. “A veces no hay otra salida más que la del olvido, ciertas inocencias/  como las tormentas inesperadas, ciertas imágenes con flecos, parecidas / a la castración. Huelo los perfumes proferidos del anís./ El espejo atrapa, sin duda, cualquier resplandor, —usted que padece / de histeria lo sabe, incluso conoce el lenguaje frío de la sed o los letargos./ Sospecho que nada es nuevo y que vivo atrapado en la posibilidad hiriente/ de una lágrima, o añorando aquella vagina amarrada a mi boca.”  Sólo que el olvido puede ser una trampa. Aquí nos golpea, pintarrajeada la política de todos los días, es una viuda negra y usted lo sabe. Aquí hay agujeros por todas partes como las cloacas cuya misión es el ahogo. Galopan con su frenesí peculiar las alcantarillas, las cotizaciones y el desuso ideológico que llega hasta los calcañales. Vivimos atrapados en esta suerte de  Sodoma, hasta dónde merecemos esta almohada de la medianoche histórica, sin que la estupidez cambie y siga aquí como un vulgar prostíbulo. A uno lo cubre esta realidad de ignominias como una enorme máscara de botas y jaulas, de ciénaga y búhos.  Existe un flagelo de codos apuñados y una bóveda país con momias, y noticias distintas a las pesadillas que vivimos diariamente. Ahora no siquiera el humor negro tiene sentido, no lo tienen los analgésicos, ni de los dedos de la oscuridad que te señalan en un santiamén. Otros seguramente viven atrapados en los desmayos de su propia identidad, pero eso no está en el poema, pertenece a otro ámbito y a otras personas y a otro lenguaje. Hay abandonos superiores a la voluntad de quien los padece. Quién puede apelar con golpecitos de pecho ante el cieno enraizado en algunas conciencias, quién a fin de cuentas rematará nuestras vidas, al tiempo que nos queda y que se nos haga vivir con trampas. Desde el pórtico del alba, uno ya está atrapado en esos desgarradores espejos del país y en sus clubes de fanáticos que por cierto no son pocos. También se decapita haciendo de los disturbios un hermoso panorama. Debo suponer que hay días que nacen para que uno los salte, o los asalte, aquí no hay mayor diferencia semántica. En el baile de la oscuridad, laten los pedacitos de historia, es decir del mundo arremolinado a golpes. Alguna vez, en algún atril silban las palabras de los niños, o se siente ese nudo de ellas en la garganta. Uno está a merced también de las aceras húmedas, del bajo mundo de la ofrenda y el madero, de ciertas ceremonias que carecen de estupor. Uno sabe que el dolor gotea desde las pestañas, desde los silencios empujados por el galope. Uno sabe de toda la plusvalía que tiene el sollozo, la aflicción. Sabe de los asideros del pillaje y sus amaneceres de mosca en vuelo. Duele vivir atrapado en las osamentas y heces de la historia. Sé de quienes bailan cualquier son y los disfrazan de actitud plural no beligerante. No me pueden dar un abrazo y, simultáneamente una bofetada. Hay bocas y zapatos que sólo nacieron para ocupar un cuerpo, por desgracia. En adelante será mejor ser estatua, sería el mayor disimulo dentro del espectáculo. Lo más novedoso de toda la novedad posible.  

No hay comentarios: