miércoles, 23 de marzo de 2022

ENCUENTRO INEVITABLE CON MARC CHAGALL

 

Marc Chagall, Autorretrato


ENCUENTRO INEVITABLE CON MARC CHAGALL

 

 

No sé si sus lunas son de agua o de extrema lucidez. Tampoco sé de esos animales a un milímetro del coito de las crucifixiones blancas, —dice usted—; a través de la ventana y, sobre techos de teja, un violinista que de seguro padece de neurosis, pero no de esclerosis. Un circo es un circo y los clowns siempre tienen bigotes extravagantes y una sonrisa incurable. En una carne azul de sed, veo al poeta Apollinaire sosteniendo las vértebras de la sequía, algunos falos y vulvas colgando de un escapulario. En una carrera de trapecistas, nos olvidamos de la fiebre de los recién casados, de la audacia de la saliva deslizándose en las entrepiernas del ahogo. En los puños de una flor, el amor, una cesta de panes y peces antes de caer al abismo, una virgen entrando al Arca de Noé.

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De ‘Como quien pide luz o pide agua’, 2021.2022

©André Cruchaga





miércoles, 16 de marzo de 2022

FLORACIÓN INSOMNE

© Obra pictórica de Joan Mitchell


FLORACIÓN INSOMNE

 

 

 

 

..hay un taller que fragua sin cesar tu muestrario de máscaras.

Es un recinto que retrocede y que te absorbe exhalando el paisaje.

Olga Orozco

 

 

 

 

Y pues, otra vez, el galope del clamor infamante en la tierra.

Allí, donde conviven los balcones del poniente y la memoria.

En el farol amarrado a trenes ebrios, el agua en la mordedura

insaciable del destino, la luz sorda entre callejones.

Vivimos en la certidumbre del camino encontrado, revelado

el designio, más allá del mundo habitado por la conciencia.

Vivimos sosteniéndonos en una tierra de negaciones,

sin que la claridad alivie las oscuridades.

Las palabras se nos pierden en ese vórtice de luz mortifica.

En las pupilas el agua abrasa el aliento de las ramas del alma,

los ojos que esperan en su claustro, el reverdecer de las ventanas.

Nadie habla junto a mí frente a la puerta de las estribaciones.

Nadie en la profanación del país escuchando su pecho.

Desde el rescoldo de las floraciones insomnes, los trapos del agua

picotean la voz del paisaje: afloran los  recuerdos.

De todas las señales en el rostro, el murmullo tibio del viaje,

como una callada fogata en las imágenes rotas del despojo.

Así son las formas desdobladas de las cicatrices, la potestad

de huesos en el filo del desasosiego, agrio de hogueras de extravío.

 

De: Como quien pide luz o pide agua, 2021.2022

©André Cruchaga


 

martes, 1 de marzo de 2022

OJERAS DE LA NOCHE AZUL

 

Imagen FB de Pere Bessó


OJERAS DE LA NOCHE AZUL

 

 

En las ojeras de la noche azul

Pere Gimferrer

  

El tintineo de las monedas del viento sobre el cielo del bosque de las pinceladas, destiñe la voz, pero no la sed. En la cocción, el cuerpo de sal golpea las armaduras del agua, la piel a contraluz de los ojos de las sombras como las puertas de las que habla Guillaume Apollinaire, “las arterias hinchadas”, la tormenta desplomada sobre la calles de las venas. En las ojeras de madera de los jinetes de piedra, los caballos azules de la noche, esa liturgia interior de pedir agua hasta derribar el polvo de la sequía.

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De ‘Como quien pide luz o pide agua’, 2021.2022

©André Cruchaga