jueves, 31 de enero de 2008

Tiempo agotado_Poema de André Cruchaga

Ilustración: Joan Miró







Tiempo agotado





Ya este tiempo que vivimos caducó
En sus posibilidades;
Ha muerto el presente, y sólo tenemos,
Un mundo de huesos, mutaciones del aire,
Máscaras que no salvan el sueño, ni la vigilia:
Vivimos el revés de lo posible, en constante
Final, afirmando el golpe y el zarpazo,
Surcos al vacío hundiendo la esperanza.
Muere también el futuro en su reprimible
Papel periódico de todos los días:
Los nidos los deshace el viento; caen
En niebla de nudos ciegos, en lenguaje sin vocales,
En agazapada mueca de suspiros: —pedazos
De balbuciente traumatismo.

La claridad la andamos en la suela de los zapatos:
El destino, ahora, es una pantalla putrefacta
En los invernaderos:
Imprescriptibles ventanas revelan espacios ciegos.
Ser no es indicativo. Ser ha cambiado sus llaves.
El futuro es incierto entre tanto ojo devastado:
Todo el horizonte tiene una ondulación tórrida:
Lenguas de desierto lamiendo la garganta
Del planeta…
Habitaciones con polilla en sus armarios,
Madera agotada del cansancio, oscuridad de horas,
Sedientos huesos en las pupilas,
Coches-bomba reverberando en los relojes
Como nutrido murmullo de agujas.

Obstinada insensatez brega en el diario vivir:
¿De qué materia está hecho el tiempo?
¿Hacia dónde nos consume su escama errática?
Su vida. Su vacío. Su hoguera: —símbolo
De la inanidad;
Carcoma de lo errátil, centella de la ruina.
Ya este tiempo, en sus pasos, muestra cansancio:
Dejó su humanidad por el bramido; el respiro,
Por la convulsión;
El sombrero apretado de la tristeza se yergue
Como un faro de apretada niebla,
Como el surtidor nauseabundo de la orina
Desparramada en la acera de los antros.

Pronto caerá la lluvia sobre el tejido
De este tiempo impronunciable.
Barataria, 31.01.2008.
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domingo, 27 de enero de 2008

Sombra duradera_Poema de André Cruchaga

Ilustración: Joan Miró






Sombra duradera





Implacable
Se extiende una sombra duradera.
Antonio Porpetta.



Seguimos en el río de la negación y la incertidumbre,
Jugando a la ronda de niños calcinados
Por el escombro de las moscas
Y los columpios sudorosos de las pestañas;
Desde las calles se ve negro el horizonte,
El nudismo del vértigo hace de la oscuridad,
Una ventana con varices, charcos de huracán,
Frutal herrumbre de la violencia,
Extraños badajos de ciega saliva,
Lascivos miedos sobre la cruz y las ermitas,
Servilletas empapadas de caries
Como paraguas de lenguas oscuras.
Todo esto lame el pequeño círculo de la vida.


No vastan las palabras pese a su sombra duradera.
Es mayor el inventario de las caídas,
El techo derruido, el futuro socavado
Por banderas de sangre y féretros de papel
Periódico jugando a lo posible en las calles.


La vida es permanente fuga hacia el silencio;
Los sueños un catálogo en vitrinas
De caníbal transparencia.
La vida se nos va donde comienza a vivir el olvido.
Nadie puede negar este boceto que a diario nos anda
En movimiento de aguas, piedra y viento.


Detrás de las sombras, el aliento brota en vetas
Como fugitivos relámpagos madurados
En ciegas fronteras monocolores…


Los brazos no resisten la extensión de las piedras,
Ni los frijoles en cápsulas plásticas son suficientes
Para mitigar el hambre.
Pero nadie escucha. Nadie oye los proyectiles de las cáscaras,
Caer sobre los ojos como lenguas gastadas.
Por eso este mundo es otro mundo sin alfabeto:
En él sólo caben destinatarios o monólogos
De flameante ceniza,
Hollín de agónicas espuelas, fantasmas encarnados en alacenas,
Tasas de neblina picoteando la fantasía,
Museos de apretadas galletas para mitigar el apetito
O, si se quiere, —digo, basura cuyo reino se vuelve inmutable
En el sagrado destello de las luciérnagas…
Barataria, 26.01.2008.
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sábado, 26 de enero de 2008

Metáfora del hombre_Poema de André Cruchaga

Ilustración: Joan Miró






Metáfora del hombre




Mientras vivimos nunca registramos
Que ya estamos viviendo.
Juan Gil-Albert


Una sed de zapatos se bebe al mundo;
Allí donde los ciegos sólo tocan el aire
Y Dios cierra los ojos para verse a sí mismo,
Entre una multitud de hijos —los hijos ancestrales
Que ya han gastado su palabra
Y sólo les queda la suela rota de la zozobra
En un vacío donde las mesas imploran
Ganarle al viento
El disfraz suicida de sus clavos,
Donde las estrellas oscurecen en las sienes del cielo
Y el rocío lo envenenan violentas frazadas
De codicia…

¿Qué día nos agrieta la comisura de los labios?
¿Qué sangre derramada no corroe el asfalto?
¿Qué soledad sabe a pan para que los ojos
No se debiliten y la mirada reúna
Los colores del arco iris?


Alguien se hiere con el filo de la noche.
El bolsillo sube a las sienes sin lunas;
Se vive así, en una zona sin ternura.
Desde el interior acecha el animal del hambre.
Desde el interior del hombre titubea el frío
Como un cráter encarcelado por la intemperie.
Los dientes abren cicatrices e historias
Con enmohecidos silabarios.
En cada hoja el día desnuda su piel,
Oscuras formas toman cuerpo de luz,
Un bosque de descalzos se vuelve puño,
Piedra, acero y mesa.
Los pájaros muerden la vida desde los árboles:
Tragan el aire con una mirada,
Serpentean en la lluvia,
Nunca pierden el hálito que los respira,
Ni el propio vuelo alrededor de sus latidos.


La inseguridad del hombre y su herrumbre llega
Hasta los altares,
A la blasfemia y a los sótanos de la palabra:
El remolino del pensamiento hace trizas
Los espejos del sueño y la forma del fruto
Para luego girar hacia la Nada.

Pero los hombres están allí, haciéndose siluetas
De una sed hipnótica;
Pero los hombres están allí, eco mismo de la miseria
Y el abismo,
Sin la posible llave para abrir la existencia
A otros inventarios de fragante memoria.
Barataria, 25.01.2008.
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jueves, 24 de enero de 2008

Destino y memoria_Poema de André Cruchaga

Ilustración: Joan Miró






Destino y memoria




Los recuerdos viven y son como la vida.
Ayer era distinto: la conciencia gozaba
De respiración; ahora son las sombras
Las que en su bóveda nos guardan los sueños.
La soledad ha extendido su sábana
Por todo el planeta;
La alegría perdió su lengua de pájaro,
Respiración de cierzo, piel de flama centelleante,
Frente a jardines de humo, embriagadas
Pizarras de ceniza,
Espuma endurecida en la comisura de los labios
Como hedionda escarcha encarnada en el destino.


Recuerdo cuando la luz subía a toda hora
A mis sienes,
Y de los labios nacían bengalas y petardos
De alegría:
Amar es arder frente a un jardín de cielos
Asumidos por las calles del aliento;
Amar es deshacerse y respirar las estrellas
Con los brazos abiertos
Y callar y desmayarse sobre la hojarasca,
Traspasar el suspiro y meter los pies en el agua
De los rieles donde los ferrocarriles humedecen
Sus vagones con apretados itinerarios…

Todo deja de ser, sin embargo, y se torna memoria.
Memoria, también, de huesos porosos,
Uñas rasgando la materia como en vísceras
De felinas ventanas.
Memoria la mirada reescribiendo el alfabeto,
Entre bocas desfallecientes y recesiones nefastas,
Donde sólo cabe el frío y, acaso, el rechinar
De los guijarros con sonrisa agonizante.

Pero la vida es así. Se vive a través de la memoria
Para construir el soplo de pequeños instantes,
Días de embriagados pupitres, mese de calmada
Impaciencia,
Años porfiados de labios y deseos,
Personas soñadas, idas que ya no están
Y sin embargo, nos miran con esos otros ojos de lo inefable.
A menudo la oscuridad es tan vasta
Que no se ve la propia desnudez ni la ajena,
Esa otra desnudez del recuerdo y no de las palabras.

La memoria se alza y suena sus campanas,
Hasta que la sangre suelta violines
Y los poros —enrojecida amalgama—se tornan sonata
De sutiles regadíos…
Barataria, 24.01.2008.
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miércoles, 16 de enero de 2008

Te miro de cabeza a pies, contento_André Cruchaga

Te miro de cabeza a pies, contento




Te miro de cabeza a pies, contento.
Y auque sé que tu corazón me pierde,
Invento cualquier cosa que recuerde
Esta ardida pasión del sentimiento.

Te toco de cabeza a pies, hambriento.
Hambre donde la boca juega al verde,
Hambre donde el fuego soñado muerde,
Al incendio mismo sin que este viento

Que nos lame, deje de hacer su oficio.
En toda esta impaciencia está presente,
Esa licencia de perder el juicio,

Pues “la luz pelviana” hace transparente,
El secreto matorral que al inicio,
Sólo el derroche del desvelo siente…
Barataria, 26. 12. 2007.
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sábado, 12 de enero de 2008

Bebo el agua secreta de la roca_André Cruchaga

“Bebo el agua secreta de la roca”
Glosa



Bebo el agua secreta de la roca.
Bebo tu ardida grieta en la tarde.
Bebo cuando este crujido sin alarde,
Poseso, feliz, se posa en mi boca.

Eres estrella urgida a quien invoca
Mi portento. Eres intrépida. Guarde
En ti el tiempo la fragancia y, resguarde,
El oleaje y el sueño que te toca.

Pues esta brasa fragorosa es fuerte.
Con tus mulos el sueño me abrazas,
Muslos que he recorrido en mis sueños.

Y siendo así que tú eres en mi suerte:
No me basta en la conciencia un momento:
Quiero la plenitud de tu fragancia.
Barataria, 31. 12. 2007.
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viernes, 4 de enero de 2008

Muslos de sed y senos de gacela_André Cruchaga

Pintura: Pablo Picasso





Muslos de sed y senos de gacela




Muslos de sed y senos de gacela
—himno sigiloso donde descansa,
Esta veta de fuego: invoca, lanza
Y que en miradas deslía y desvela.

El rojo en sus pliegues se aterciopela.
Rojo, digo, su cuerpo, su alabanza;
Llamarada candente, fiel balanza,
Este sagrado fuego que la anhela.

Y siendo así, el abrevadero azota
Como sus caderas, donde igual brota,
Un bosque de pálpitos más salvaje.

Mórbido rugido es, “candente infierno”.
Con este suspiro y, el fuerte oleaje,
Quisiera que todo el día fuese eterno.
Barataria, 27.12. 2007.
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martes, 1 de enero de 2008

Deslumbra verte así, plena, extasiada:


Deslumbra verte así, plena, extasiada:
Cuerpo de brea, piel incandescente
—tus bragas se dibujan en mi frente:
Te desnudo con sólo la mirada.

Contigo se sube la sed. Y a cada
Instante como en riel arde obediente
El pulso, la fiebre, el ahogo indecente
De verter en ti, esta luz porfiada

Que en magnética ráfaga desemboca.
Muéstrame todo para que este rato
De feroz gozo se vierta en la boca,

Como espesa miel que trasiego y cato
En el odre candente de mi boca
Que progresa en rebelión como un hato.
Barataria, 26. 12. 2007.
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