viernes, 1 de marzo de 2019

POR DESGRACIA LAS PALABRAS

©Pintura Richard Diebenkorn





POR DESGRACIA LAS PALABRAS




colored pictures
of all things to eat: dirty postcards
    And words, words, words all over everything
Charles Olson




Por desgracia las palabras no sirven para disuadir a un necio,
ni a un ciego atrapado en su delirio,
ni siquiera para el remedio en un manicomio.
No siempre son la ventana o la puerta para el razonamiento:
entre tantos rostros todo es erosivo, un brillo opaco de enredos,
tan frágil como los espejos del tiempo.
Tampoco curan la boca que nos estafa perennemente.
Tampoco sirven para adivinar este denso laberinto de moho
en el que nos encontramos.
Por cierto que la trama nos asalta y nos insinúa sus cataratas,
nos desangra sin ningún remordimiento posible.
Uno despierta y ve el cuello de lo profético: hay mutaciones
siniestras y no dialécticas, en este mercado de acuarelas.
La realidad nos muestra su esclerosis, pero también su guillotina,
sus muñecos, sus ventrílocuos, sus clowns,
sus plumas de feroz augurio.
A ratos los promontorios de heridas disfrazadas de arcoíris.
Todo carece de sentido cuando la ceniza se yergue
como montículo de próspera inocencia, o de opulenta saliva.

Del libro “Vallejo dream”, 2019
©André Cruchaga
©Pintura Richard Diebenkorn

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