lunes, 22 de abril de 2013

MISTICA

Imagen cogida de: neuriwoman.com




MISTICA




Mística  (del l. mystica)
f. teol. Parte de la teología que trata de la unión del hombre con la divinidad, mediante la contemplación de Dios.
Conjunto de doctrinas y prácticas para llegar al conocimiento intuitivo de Dios; según las religiones, adopta distintas denominaciones: taoísmo, sufismo, etc.
lit. Literatura en la que está expresada la experiencia mística. El amor sobrenatural produce en los místicos una inspiración poética de gran personalidad (metáforas, exclamaciones, paradojas, simbolis mos), que permite al poeta comunicar de modo sensible sus experiencias.




En la fosa   —en la fosa sin embargo los agrios días del animal de los sueños las contundencias del alfiler en los poros el veneno del moho trasegado en el alambique yo en este mundo de realidades retorcidas frente a la puerta de las enredaderas de la herrumbre muerdo los calcañales de mi propio matadero me arrimo a los escalones de la polilla ardo en los puentes colgantes de la espuma en el rayo negro de la cloaca en el trueno de la brasa de mi arcilla ¿qué día es hoy —pienso— mientras las monedas del sudor bañan el mar peregrino de mis dudas? ¿qué semanas de viejos costales para el albergue donde no cabe un céntimo de mis persianas ni el poco aliento que me queda en el atrio de las comisuras? ¿de qué tiempo hablo? —si el tiempo es una tiranía un acordeón de girasoles disecados el fuego atravesando la rendija del tragaluz: me golpea todo este hollín acumulado me aturde cualquier desinterés cuando debo escapar del desdén  casi como un ritual —extenuado—  le busco el absoluto a mi espíritu a la hinchazón de los días que no me pertenecen al ardor de la santa cena con las manos sucias mendigando una salvación diferente a esta que sucumbe en el peltre antiedénico del deletreo  (¿de qué brazos merezco asirme a la hora de ayunar con el destino? llueve en las cuatro estaciones del reloj en cada calle dejo mi habitación y mis zapatos la necesidad de tomar contacto  con el otro animal que vive en secreto dentro de la entraña después de los acontecimientos debo limpiar el parabrisas de mis ojos el animal doméstico que lame mis manos —naturalmente lamento no tomarme una taza de café con vos lavar la pluralidad de los amarillos la ropa de presión de los pensamientos —sí es cierto me detengo en los manubrios de un burdel a cambio de no gritar ni encallar en un sordo taburete de peluquería) siempre tengo la sensación de ir tocando puertas sin sentido mis manos llagadas por promontorios de hojarasca mi frente con dispositivos raros en señal de la cruz mis horas destruidas mis recuerdos en el suburbio de una tormenta  mis cálculos hechos añicos por el drama secular de los atrios —cualesquiera puede entrar y devorarme empujarme prodigarme luto verterme en las aristas de las cunetas llenar de danzas macabras mi humanidad: todo es posible en este ventisquero de la historia (alguien me dijo que una ausencia propiciaba un estado de santidad absoluta) al respecto ya no tengo nada por descubrir: desciendo puntual en el río del tiempo (hay horizontes enanos que se pierden entre la maleza) dónde retuerzo mi sollozo dónde pongo este tambor de sombras los muertos que también van conmigo y golpean mi tórax despierto: ya ha entrado el pan de la noche en mis dientes me ofrezco para museo…

Barataria, 12.IV.2013



No hay comentarios: