miércoles, 5 de marzo de 2014

A VECES UN VIAJE

Imagen de André Cruchaga




A VECES UN VIAJE



A veces un viaje es sólo la noche que recorre sienes y pupilas y olvidos.
Injerto de páramo en los dedos, la misma agua en fuga del infinito.
El asfalto sospecha de la sal que trepa a las pupilas desde los lentos brazos
que agonizan en la conmoción de la herida.
(Otro ha sido el grito que forjó lo subterráneo; otra, la sed en el bahareque
de las sombras; otro, el barro que floreció en la intemperie.)
Descalzo, como siempre, purifico los despojos de las cunetas, ese umbral
de los exilios, los manuales que juegan a ser espejos.
En los peces de los ojos, la tempestad que muerde la garganta.
Cada huella, cada roca horadada, es ese otro lenguaje de los viajes:
ya cuando hemos descendido sólo queda la voz de la nostalgia y los pertrechos
estáticos de la salmuera…
Barataria, 2014

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