lunes, 10 de junio de 2019

NINGUNA SOLEMNIDAD

©Pintura de Jean-Charles Millepied





NINGUNA SOLEMNIDAD




Qué importa cuando el frío, poseso, aturde el rostro. En la silla de agua, desdoblo mis pensamientos, esa costumbre de perderme en las aguas de la memoria. Qué importa si la luz se apaga con el viento, y vienen pálidos los agobios como la fosa de las paradojas que siempre me acompaña. La vida transcurre en la primera sed de la carne o en esa sensación de viaje de la intimidad. Después se desempolvan los armarios enmohecidos de la calamidad y la ropa que suma las transfiguraciones. Al final, apestan los escenarios de la locura y el antaño del vino tinto del ensueño.

Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga
©Pintura de Jean-Charles Millepied

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