jueves, 5 de mayo de 2011

PUERTA AMANECIDA


Crucé el umbral de la hipotenusa en el abril en llamas de la puerta
 amanecida, luz derramada en el hilo de la ternura, filo memorioso
de la luz hacia el ombligo, campanario reptando hacia el eco
del parto: sed infinita, el alba del horizonte.
—Vos, desde la ventana imaginaria de mis poros, desde la hoja
del sueño, aurora del mar sobre la espuma;...





PUERTA AMANECIDA




In the dark, for a while now
I can't stay, so far
I can't stay, much longer
Riding my decision home…
KILLERS




Crucé el umbral de la hipotenusa en el abril en llamas de la puerta
 amanecida, luz derramada en el hilo de la ternura, filo memorioso
de la luz hacia el ombligo, campanario reptando hacia el eco
del parto: sed infinita, el alba del horizonte.
—Vos, desde la ventana imaginaria de mis poros, desde la hoja
del sueño, aurora del mar sobre la espuma;
ahí el sol del vuelo, no la vigilia; ahí el aire transpirado,
de los velámenes en cada óleo del azúcar, en cada péndulo que amanece
en el deseo como el espejo limpio que revienta el cierzo:
(no sé si el fuego llenó de riesgos nuestro desafío,
extraños altares se yerguen en este arrebato donde nadie rehúsa
a la súbita emoción del bosque.

Se muere una vez. Y se muere tantas veces que uno pierde la cuenta.
El latido, quieto, es la otra forma del vuelo sumido:
quedan los pretéritos anticipados, el otro espejo en la balanza
de los muertos, la poesía que queda, pues, como un templo,
desnuda voz en la respiración marginal de las aguas.
La muerte es otro de los tantos caprichos del respiro: despertamos
para morir, ciertamente, en este planeta de efímera rosa;
quedan cuadernos y sábanas y silencios de sabia tormenta.)

La huella digital seca sus andamios, salvo la crepitación de las aguas,
las alacenas amanecidas junto a las claridades,
la intimidad clandestina que se pierde en los fermentos,
la rosa que atardece en los navíos del crepúsculo.
¿Dónde están, después de todo, los caminos asumidos de la semilla,
el equilibrio de la ruda,
ese largo silencio anticipado del cuerpo? —El pájaro emigra hacia
las lejanías del bosque, contando las horas del granizo,
los días que confundieron la boca, el dolor de ser siempre ceniza
giratoria: las realidades resultan ser la propia huida,
el cortejo fúnebre del ala, la certeza de las aguas en abandono.

Entran los balcones en el rito fraternal del espejo:
¿Cómo se llama el camino de las altas esferas, la invisible danza
de la piedra en la voz vital de las escaleras?
—Hay nombres diversos para caminar en medio de las aguas partidas,
nombres diferentes de la misma ebriedad,
estaciones que caben en el espacio de la lengua,
riesgos de no dispersarse en el aire, noches de inmensos granos,
ciegos altares que el pecho ya no siente, porque todo ha sido honda
noche, sobre la bruma del camino.

Uno termina siendo lo que es desde el principio: escombro
De paraguas en el aliento, esa eternidad de girasoles que no existe
Y que sin embargo, anda con nosotros todos los días como los dedos
De las manos, inseparable atalaya de las libélulas…

Barataria, mayo de 2011

2 comentarios:

Marina Centeno dijo...

"Se muere una vez. Y se muere tantas veces que uno pierde la cuenta."

Es precisamente esta imagen la espina dorsal, el esqueleto, la fuente que transpira el poema. Se muere, sí, ¡pero qué muerte! haciendo del poema un pergamino de duelos o delicias. Es como un suicidio -el poema- una forma dulce de enfrentar la muerte, una odisea en el pabellón del precipicio -la página es blanca y no tiene fondo, purísima, transparente y terriblemente amplia...- Es una suerte encontar la puerta entreabierta y ser testigo de tu amanecer, Poeta.

Saludos desde Yucatán, México.

Mi abrazo afectuoso.

Marina Centeno.

André Cruchaga dijo...

EN PRIMER LUGAR, POETA, GRACIAS, POR TU COMENTARIO. EL POETA VIVE ASI, EN SU MUNDO DE BUSQEDA INCESANTE: EN ESE DISCURRIR DEL TIEMPO, HAY SOLO COMIENZOS, LA PALABRA A TRAVES DE LA CUAL, NOS EMBADURNAMOS DE LA VIDA, QUE ES EL MORIR, LA TRANSPIRACION DE LA CARNE EN EL POEMA. QUIZA TENGAS RAZON EN LO DEL SUICIDIO: SIENDO QUE CADA POEMA ES RETAZO DEL SENTIR Y EXISTIR.

AGRADEZCO TU COMENTARIO Y EL ABRAZO AFECTUOSO,

ANDRE CRUCHAGA