lunes, 26 de marzo de 2018

MELODÍA DE LA MUERTE

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MELODÍA DE LA MUERTE




…la muerte toma
la forma de la alcoba, y que en la alcoba
es el espacio frío que levanta
entre los dos en muro, un cristal, un silencio.
Javier Villaurrutia




deambulo frente a esta lenta melodía de la muerte: es el propio jaguar de las sombras que embiste en el eco oscurecido de la sonrisa seca la sangre también callan los brazos los ojos acordonados por los aires de la noche el mecate sin fin colgado del crepúsculo como un espejo de paisajes caducos todo el mar ha clavado sus espinas en el ala todo el amor volvió a ser región estéril toda la música rota pared de la entraña en la garganta hay tierra quebrantada y cielos que nadie pudo transformar en peces contemplo porque contemplar es acaso mirar la brasa vívida del mundo en la tibieza del taburete hago accesible la conciencia y el lejano horizonte de los días que parecían indelebles en esta lenta melodía del fenecimiento incendio lo poco que queda en mis ojos: sé que es cuaderno incierto la estrella ávida que cegó mi tinta y la funeraria de mis párpados venida de la sangre de la espiga si tan solo el viento se sosegara pudiera escuchar sus ecos y hasta quizá sobrevivir a las mortajas y a este destino de olvidados ojos  el interior se moja de yesca y basalto de  ateridos anhelos en el discurrir de las aguas (ya cuando la  llama ha estirado la pata no sirve la movilidad de los zapatos ni siquiera los golpes de pecho para responder al invierno ni platicar con el desvelo ni los recuerdos) oigo el otro trino más allá de mi propio aleteo el gemido que roe las cobijas el hollín enterrado en la tumba en este fuego que ya es el del vidente nada es fortuito: cada señal se fue haciendo lava infatigable aprendizaje y hasta cansado heroísmo escribo porque así la penuria pasa a ser la otra cara de lo áureo jamás la ficción dejó de ser  en mí cruz creciente hábito de llama y aunque no lo quiera ya nada me ata a quien no desnuda su conciencia: sangra el instante en sus mástiles sangran los nudos del aliento es música para morir en el aleteo aquí es donde tiene validez el acertijo y la balanza de lo sobrehumano —un día quizás estemos en la misma antesala donde ahondados los ojos miremos las ventanas inasibles que nos miran el norte o el sur el musgo sobre la roca  sonando bajo la respiración del árbol el calor que nunca fue sino en el crepúsculo: me voy pero es que siempre me voy cuando el aullido del follaje lame mi pecho y en las ramas del tropiezo solo hay sal y dientes y pañuelos luego he de hundirme en el cieno de las palabras marchitas —sé que es inhumano— pero es que ante lo yerto ya no necesito de vientos ni de perfume de frondas ni de palabras que terminen de hendir  esta hora oscura de la garganta todo pues queda dicho: en las diademas del insomnio habré de sostener la perplejidad sopla el viento la fosa toca fondo en mi espíritu quiero escapar y deshojar el infinito

Barataria, 2012
Del libro “BLUES”, 2012 (inédito). 140 pp
© André Cruchaga
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