Imagen cogida de la red
LÁMPARA NEGRA
(esa
lámpara negra entre la pluma y el granito de la conciencia los días bestiales
del tercer día del nixtamal en la boca el fruto que nos golpea con almohadas de
concreto: veré arder el propio albedrío mientras la paranoia hace su propia
eclosión mientras el zapato del sexo se derrite en el vaso de leche y toca el
compartimiento de las tarántulas la memoria parece restituir todos los
sentimientos encontrados las agujas del reloj estiradas en los poros como
durmientes narcisistas en este juego único de la fenomenología del espíritu:
cualquier cosa llega a ser la harina suspendida en los aros de la saliva cuando
ésta emerge de la profundidad casi con actitud mercenaria entre moscas y
lavatorios desahuciados los guacalitos de morro hacen la faena de comodines a
cuatro manos de la temperatura me levanto de las esquinas del libro mayor de
las polvaredas con esos pensamientos oscuro de muladar me quedo sin palabras
después de décadas de escapar de la polvazón de los pupitres —habitantes
extraños olvidan las analogías del destello que nos gana la altura del ombligo
pero los centavos de la noche sobreviven a la cópula de la página a este serio
tintero de los remordimientos ¿de qué me arrepiento en este momento si quiero
salvar mi vida? la sombra es el alma del poema mortal si se quiere pero
es el alma el vasto camino de las distancias acortadas para llegar a la raíz de
la sed ¿qué desnudez vuelve caos mi conciencia el horizonte sin calcetines sin
la mochila del cierzo? el filo de la tinta sin duda la tempestad de los
sombreros de los turistas ahí sin ningún horizonte los paraguas la dislexia de
la espuma del mar todas las legumbres insólitas colgando de los grifos de los
párpados la pata de gallo envilecida por las circunstancias o el laso de la
serpiente que muerde la herida —te quedarás insólita mirando el plato roto
jugando a la ornitología de las ventanas o descreyendo del hambre oculta del
deseo o mirando en el níspero podrido la muerte que se abre al fermento antes
de consumirse hecha la suma de todos los andenes lanzados al resplandor quedan
todavía ciertas posibilidades de platicar sobre las puertas recordar la
lagartija imantada de la luz el tobogán de las cortinas encerrado en el tabú
del más allá de las convicciones macroeconómicas que dicta el Fondo Monetario
Internacional lo único cierto es la comida fosilizada del poema en el trance
del comal a la cocina el karma zarandeado del nacimiento dentro del pocillo
inquisidor de la verdad ¿qué podemos esperar de la gota de alucinación
sino arrastrar la pepitoria sobre los peldaños reducidos del alucinamiento? la
única forma de pervivir es desnudar el lanzallamas totémico del verso sobre el
índigo abierto del hambre y si acaso es posible jugar a la filosofía de la
transmutación en la Cueva de Montesinos con sus cuervos y grajos)…
Barataria, 2013
Del libro “CUERVO IMPOSIBLE”,
2013(inédito). 138 pp
© André Cruchaga
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