Imagen tomada de taringa.net
LANZALLAMAS DEL AZAR
Un día como
hoy la ciudad vuelve a sangrar el estrépito del azar las viejas bancas en
desbanda de pájaros caducos están ahí
las huellas petrificadas del viento con su pipa de amarillos relámpagos y
sábanas de hojarasca en desuso para montar guardia a los centímetros de respiración que quedan en el pecho en el
sentido figurado de las cosas crecen los eclipses para quienes gustan guardar
antigüedades a mi por ejemplo me gusta coleccionar el canto
de los gallos la desnudez dramática de los zancudos ignorar los besos de la
casualidad beber peces en el confesionario verde de la esperanza a veces pensar
en la nieve cuando sangra el blanco en las montañas y cualquier ropa se vuelve liviana ante la
tempestad a veces también necesito un
abrigo de piel de elefante amar hasta evaporar los pájaros disolverme en la
cueva de la comarca del bien común de los sombreros después de todo el azar es
como encontrarse un cojín en una taberna de recurrencias callejeras a estas alturas no sé si pueda falsificar mis
años civiles o mandarle memorándums a los meses anteriores al acantilado al
lago de rocas donde terminaron su faena mis zapatos no sé si otra vez vuelva a
nacer en el ojo de una aguja reír en la placenta pintoresca del paraguas colgado de la puerta hacia la
carpa tribal del leitmotiv por suerte es genial tener alucinaciones a la hora
del orgasmo comer un hot dog preparado con escabeche de mercado desenfundar la
inspiración de Louis Armstrong al
momento del éxtasis del lanzallamas de la atmósfera en suma pienso que para la poesía todos los
días son hábiles aunque haya quien la use como un estuche doméstico o se siente
sobre las extremidades a esperar la eternidad no hay días inhábiles para la
esponja de los sentidos no los hay sí es necesario suministrarle inyecciones a
esta magna tarea que a menudo sacude las gaviotas pictóricas de los litorales
del aliento después de todo siempre hay que andar la cabeza en el lugar que
corresponde y acariciar la hostia de la niña que suelta sus cabellos y abre la
habitación del más allá del imaginario de los verbos a lo largo de los meses devoramos los insólitos
paraguas del torbellino el material didáctico de las ventanas y aun el hábito
que nos hace ver el faro del alfabeto con cierta discrecionalidad por último
siempre nos sorprendemos del relieve de la mañana alrededor de los jardines:
una palabra compensa los sueños de la noche anterior…
Barataria,
26.XI.2012
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