Fotografía tomada del
blog de Manuel Alonso Català
METÁFORA DEL POEMA*
Al
poeta Francesc Mompó, por la amistad.
Para
rezar no he de juntar las manos,
pues ya está consumado su destino:
indecible es su bien,…
pues ya está consumado su destino:
indecible es su bien,…
AUSIÀS MARCH, (València)
mi poesía no
es el centro del universo ¿por qué habría de serlo? tampoco es el evangelio donde el cielo no se
ensucia con el barro tampoco soy el camino sino el polvo residual de las
estanterías donde los muertos escoltan a otros muertos por si alguien quiere
saberlo me importa el punto y aparte y no los suspensivos me gusta estar cómodo
trabajando durante las semanas el poema: el mismo poema que se desvanece en el
yute de las estrellas el mismo poema harto de piernas y albardas el mismo poema
confundido con el comején y la aldea eriza del crepúsculo y el obelisco de las
lamentaciones a la hora del santo rosario aun con todo aguzamos los sentidos en
el hedor del peltre donde sucumbió la última lágrima seca del grito: el
horizonte nos parece inocuo después de todo cuando el mendigo consume la última
antorcha de la fulguración de la memoria después de todo el poema siempre es el
mayor peligro que existe para la oscuridad: ya hemos leído la profecía de las
metáforas y nos pareció amenazante su corsé interior aunque ellas a menudo nos
hablen de lumbres inefables a veces resulta infame el regazo que imaginamos —perdón por las sombras que acarrea la infamia
perdón por la dinamita de las metáforas por la ceniza interior del fuego— pero
el poema es así: nos salva o nos hunde sin embargo hay cobertores para disipar
los peligros las contrapuertas del hambre están ahí en su misión de carpintería
están despiertas con su rigor abominable despedazan —imaginémoslo— el abrigo y
el roquedal al mismo tiempo la suavidad y la aspereza en adelante claro uno
tiene que estar ojo al cristo del vacío a los absolutos y rotundidades de la
locura a la dejadez del llamado al discernimiento señoras señores: el kerosene no apaga las brasas de la sangre
soy un bulto tocando los remos de la lluvia si fuese necesario un día gobernaré
en mi ínsula y acabaré con las puertas y los tapiales con la casualidad fúnebre
de las elegías y su gravedad de cicatriz expresiva combato cada día al poema
porque se ha vuelto mi enemigo se volvió falible a las cabalgaduras al sollozo
horrible del arriero mar adentro de la resignación del dolor pero el poema y el
poeta son un destino indisoluble: destino fatal no olvidar las ansias la viudez
prematura de los sueños y la práctica sin amor de las palabras en mis andrajos
también se anuncia el poema en ese algo inevitable que ven los ojos en la infinita variación de lo
humano clavado en el madero de los cromatismos
las palabras reaccionan como un cordero: los dolores de parto de la
balanza y la azada que se encuentran en nuestras costillas hacen —digamos— que
se rompa el cántaro en el poema está el súmmun de cuanto el poeta clava en el
alfabeto los cuartones de la imaginación hágase pues la voluntad del poema y
que la perplejidad sume metáforas…
Barataria, 17.XII.2012
*El contenido de este poema tiene
que ver con la connotación de metáfora que se usa en el Cartero Neruda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario