Imagen tomada de la red
ACTO CLANDESTINO
desde la
persiana de vuestro pecho giran los alelíes prolongando los minutos necesito un
habeas corpus para extender las manos y darle a la respiración la tonada
necesaria de una guitarra: el poema roza los puntos ciegos de los semáforos el
petate del infinito que no se fía de las formas que tiene el sonambulismo la
propia experiencia prohibida de los sellos postales al punto de volverse
anónimo este sentimiento doblado al infinito en el azar hay sombreros de
tortura líquidos amaneceres que sólo el pergamino de la saliva sabe su
escritura la mensajería de los girasoles se torna a sol y sombra en acto
clandestino: hay distancias tan remotas que sólo la audacia puede horadar la
conciencia los latidos entonces resurgen como un río de ventanas cósmicas
indistintamente si mi garganta es estéril o haya nidos que sirvan la mesa o la
almohada resista a tanto tráfico: sin duda la historia está llena de sombras de
silencios lo atestigua el desgaste de los ojos en la hojarasca esos enredos del
entrecejo en el granito los carbones de cámaras desmayadas y hasta los
calambres de la espiga sedienta el azúcar de pronto se vuelve invisible en la
garganta se hacen evidentes las sombras en el cuerpo: todo transcurre en pálida
tinta arrugados cementerios de mortajas desde los minutos que nos da el tiempo
vedado los ojos sin embargo se tornan confusos en la punta de la llama de los
vilanos a menudo sólo escucho el susurro de una linterna en la deshora de la
sábana sobre la tinta inconclusa de los grillos sobre la inminente tentación de
inventar otra altitud atravesando el manicomio del mar con sus obscenos dientes
de sal y escalofrío todo sin embargo es real aunque no se tengan números
exactos todo es luz penitente aunque odie las esperas aunque el sigilo de
pronto se vuelva pendular y haya que atenerse a las veredas y a ese martirio de la bruma todo lo trasiega
el misterio y la paradoja: hay visiones que se clavan como la bruma envenenada
de nostalgia y también hay abismos que mutilan los pies y también hay manos que
buscan la velocidad del sonido y también hay cementerios donde se entierran con
todo y huesos las paredes de la risa en todo caso esta transfusión de
pensamiento aun no desvela su hervor de entrañas la voz que rompa los jardines
para ver el alba de todas formas no le puedo poner nombre a este cataclismo…
Barataria,
26.XI.2012
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