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tomada de sakkarah.blogia.com
UN CAMINO QUE SE PIERDE EN OTRO
CAMINO
Mi
cuerpo era de plástico en sus manos,
y yo sentí mi piel como una sábana
hecha de desencuentros y monotonía.
y yo sentí mi piel como una sábana
hecha de desencuentros y monotonía.
JENARO
TALENS
hemos sido
un camino que se pierde en otro camino locura del vértigo cuando mueren junto a
nosotros los girasoles de la última galaxia pintada en el desatino del vaho igual que las sombras que recorren la sangre
los mismos andenes a distancia del
rostro del prensa papel inútil que quiere coger la lluvia en un solo bostezo y
elevarlo a viento de salmuera sobre los
senos del alba del peñasco a mi mar llegaste con todo el litoral nómada de la
espuma algas ácidas en medio del oleaje
y acumulada preñez de arena en los ijares del albor surgió el veneno de las
sombras el ruido de las obligaciones y
la película muda de un mundo monologado: el calendario se volvió una ráfaga
tangible pero sorda creció en sábana de féretros todo el pálpito del azúcar fue
atroz la mañana del aliento de pájaros muertos el columpio aterrador del viento
los días mediterráneos de osamentas y el desfile bufo del aliento cuando apenas
amanecía en este lado del mundo nada
pudo contener el golpe de la noche en
los andenes fijos del entrecejo: navegamos en los cascos del retorno y entre
caballos de oscilantes aguas el candil rodeado de sombras con la más dura leña
de la inflorescencia fue entonces el centelleo de los surcos diurnos del
vejamen el que sostuvo las enredaderas de los peldaños de la escalera (nuestras bocas jamás abrieron el porvenir
ni pudimos aprisionar la huella de las luciérnagas en las manos perseguidas por
sombras de pedruscos jamás le dimos a las puertas otra cosa que no fueran los
troncos mortecinos de la respiración y la falsa modestia de un bordado
amenazante o un poema sordo de estatuas) En cada madrugada nunca hubo tregua ni ese
afán penitencial del respiro sino todo lo contrario: ardimos en la escoria del
miedo y en el filo oscuro del caos y en el engaño enfebrecido de las
baldosas a media asta de las torceduras
del témpano porque todo fue inverosímil desafío a este tiempo de espera absurda
y para que nadie sienta los huesos horadados cauterizo el gemido y despierto en
el confesionario del crucifijo con el sigilo que dan los vientos ya sin miedo a
la ceniza y en esta aventura que no es de vivos sino de muertos aprendo la
lección tras escapar de la tortura: sangra claro el cuadrilátero acechante del
mapa de la hoguera pero la ceniza ya no es absoluta en el resuello del azogue
que muerde el anhelo al día a día le corto las idolatrías y claro me quedo
huraño tras sepultar ese licuado de ganzúas que vulneraban el secreto de la
música después de todo no hay labor más gratificante que desvestir la piedra de
la página quitar el disfraz para retornar a la certidumbre ¿para qué una lengua
de quemaduras trasegadas? ya suficiente
camino para mis pies descalzos ah la infinitud de las telarañas como audiencias
del invierno como zumos de brújula desoída…
Barataria,
15.XII.2012
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