Imagen cogida de la red
SÁBADO
"¿Qué
quejido humano
convoca
al guardián de la noche?
WILLIAM
BLAKE.
De ramos y palmas, ascenso hacia
la penumbra. (Gólgota de verano interminable)
Esta
calle estrecha donde nadie duerme, lentos pájaros
en la memoria. Irrumpen todas las
formas de las estatuas, los engrudos
de la rotación del aliento,
cada cruz de palmito, los
collares en el puerto de la esperanza.
Me niegan los huesos atardecidos
sobre la piedra que carraspea, unánime
en la garganta: ¿en qué cruz
descansan las reminiscencias?
¿En qué patio del verdugo la
brisa es fervor y no mera sensación de demencia?
—Y no mera sensación, —digo entre
agobio de carcomas—
pues el pan sigue siendo tal cual
sobre la mesa del hambre.
(El camino de hormigas desenfunda su horizonte, mientras aúlla el
cadalso)
¿Hacia qué destino la túnica de
la ceniza,
Los niños danzantes con pecho de
blasfemia?
Yo me quedo, sin más, esperando
que peces y caballos se repartan
como panes, en vísperas del
consuelo o la tristeza, agarrado de los tendones
del coraje de los días macilentos
de las paredes.
(El salmo se debate en ante la sombra y el galope de la retórica)
Y aún así, doliente como el hijo
pródigo, echo la túnica sobre la fosa
de los recuerdos, sobre el
resuello de las pequeñas brasas del meteorito.
Barataria, 02.IV.2013
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