Imagen cogida de la red
FIRMAMENTO
Los despojos que me deja el
firmamento son mi continua divagación;
de otro modo ya no tendría eco mi
memoria, ni ojos para ver la última
luz alrededor de las ventanas. (Me dan frío los oscuros mausoleos
de las palabras, la muerte que escapa callada al silencio)
Desde el interior de mis noches,
sacudo la sábana de despojos que
me han dejado los pájaros, lo poco
o nada que tengo, el aire
disuelto en todo lo que escribo.
En la lejanía veo partir también
mis olvidos, las calles desnudas del bestiario,
y esta suerte de morir de mis
manos entre harapos.
(Debo decir que siempre busqué con dureza la claridad) —la claridad del pan,
de mis zapatos y la luz—;
entre un mundo de vacíos, fue
mayor el naufragio en el cuenco de mis ojos.
A veces, sólo me toca afrontar el
sonido de la muerte y hacerme a la idea
que el subsuelo es otra promesa
más confiable…
Barataria, 07.IV.2013
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