Foto de Photo spirit, cogida del FB de Mirela Ciortan
GEOMETRÍAS
La situación siempre es la misma, ¿cuál es?: uno debe redimir la bestia
que lleva dentro, volver
transparente la luna parabólica de las
sábanas
de harina a la hora en que el
reloj señala ciertas florescencias.
—Entre las diversas formas del relámpago,
los cuadrantes de las estaciones,
el abismo que nos expía desde tus
senos (allí, la noche
cuando el grito penetra en lo oscuro, tormenta y andanzas encendidas):
sólo vos y yo en señal de este
fin de mundo cada día más próximo
a los huesos, frustrados, esperando la resurrección de la ceniza en el Global
sex del diluvio universal.
Vendemos nuestras propias
inconformidades, mientras cercenamos
la ternura, luego ensalamos los
escaparates íntimos, ese laberinto
que me recuerda tantos incendios
a la hora del desayuno de todos los días.
Cuando hacemos un recuento de
nuestras propias miserias,
saltan las fotografías infames de
la saliva, (la claridad incierta en el hollín)
el circo y su porvenir de
maquillaje, las culpas oxidadas en el pocillo
de peltre, los ojos
arremolinados, húmedos de delirio.
—Desde que confundimos la
querencia de los sueños, con la drasticidad
de la costumbre, todo dejó de ser
asombro inagotable: ahora llevamos
un asesino invisible en las
axilas de la aurora, (la miseria propagada en la tinta)
una culpa inconfesa que muerde el
futuro de los sueños.
En la lámpara del poema, se repite
el conjuro de las palabras; las aspas
de la tinta, encuentran su faceta
circular en el fogón del taburete.
Barataria, 17.II.2013
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