Foto de Mia Feigelson's FB Gallery,
imagen cogida del FB de
Viky Frías Ruiz
CADA DÍA LA MUERTE
(Cada día la muerte sobre la
almohada: habitual fantasía del viento en el pasmo; cierta en las ramas de las
venas, clara como los matices del desvarío. En medio del laberinto, los secos
pétalos de la tinta, allí, los barrotes grises de la saliva; en el mendrugo
derramado de los sueños, la negación húmeda de un alma gemela, la negación del
estertor. Nunca sé hacia dónde voy. Ya nos é el rumbo de los caminos en la
bifurcación de las fotografías, ni si existe la música en los ojos, ni si la
sonrisa abre puertas. Cada día me entrego a las aguas de los mausoleos.)
Sube a la
memoria el prensapapel de los ataúdes.
Todo está
escrito, allí, después de todo en la respiración, materia fenecida
en la noche,
en la infinitud de trenes del ardimiento perenne.
Cada día es
como esa fiesta solemne de los velorios, el teorema que se yergue
sobre la
madera,
los ojos
descalzos en el reloj insomne
del huerto
sombrío que enarbola la esperanza, —siempre cada día la muerte
con sus
hierros súbitos de neblina.
Y, ante
todo, esta espera, los bolsillos del aliento colgando de las puertas.
Barataria, febrero de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario