Imagen cogida de la red
LÁMPARA
La palabra conciencia nos desnuda hasta
la fábula insaciable del disloque.
En la insurrección de las lámparas, son
prolijas toda clase de transgresiones.
(Yo
hago que la luz deje de ser un absurdo, antes materia para ver
toda
clase de aglomeraciones: ilumino los nudos de la noche.
Siempre
resulta fácil morder los fósiles de las semanas y los golpes de pecho.)
Siempre estoy en el poema caminando
entre fantasmas, quizá sea, después
de todo, un buen pasatiempo para
ciertas disertaciones.
Barataria, 03.IX.2016
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