Imagen cogida de la red
TARDE
Esta claridad apenas adentro de
todas las siegas del aliento.
En las aceras y calles se pierde
el sentido del pan: corro tras los juegos
del tiempo y sus reveses.
Cada vez las palabras se fugan.
Se fugan las palabras y bosteza la culpa
de todas las inclemencias. Se
fugan los espejos y subasta la tinta.
(Algo deja de ser después de todo en los sinsentidos, en la voz
errante
de los tiempos.) —¿De quién es la culpa que no hallan botellas en altamar,
ni trenes de regreso en las
estaciones recorridas?
—Muerdo las credenciales de mi
vigilia, de pie frente a la lluvia,
busco un notario…
Barataria, 22.X.2013
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