Imagen cogida de la red
ESCOLLO
A flor de piel los magnetismos de
la imagen conjurada. La flor roja
de la piedra enredada en la
alegoría del arrojo.
En la escritura suceden jardines
líquidos, amargas turquesas inclinadas
en la boca, huidizas fragancias
de peces putrefactos.
Sobre el cascajo de la espuma, el
verdor de arcilla de las escamas,
y esa sal demencial que lo
trastoca todo: para que todo sea Paz, hay necesidad
de invocar a Pilatos, escribir
unas cuantas promesas,
almidonar las rodillas y los
ijares, beber el matorral de la catástrofe.
—Aun así debo caminar en medio de
las fauces de las gaviotas.
Sé que la penumbra no es objeto
de compraventa. Voy hacia el candelabro
del estío. Debo embalsamar, por
si acaso, los fuegos pasados…
Barataria, 08.X.2013
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