Imagen cogida de acuarelaskubi.blogspot.com(Pinterest)
VENTANA AL TRASPATIO
Hay habitantes
indefinidos atrás de la ventana o frente al rostro que estalla en los ojos:
respiran las calles queriendo olvidarse de sí mismas el animal de éter colgado
de las bisagras o el animal de piel mortecino encarnado en las sienes en la
brecha de vacío que nos deja la tinta en el papel trepa el silencio en la luz
negra de los trépanos cojean las esquinas del aliento en los fluidos de la
respiración: siempre hay ahí una realidad aunque te nieguen las paredes violentos
fósforos amarillos se aferran a las mochetas por doquier el atlas de los
juguetes y los malabarismos del cariño apilados como un cielo de derrumbados
féretros en el traspatio las agujas inciertas del devenir los dolores de cabeza
y las arcadas de ahogos como una humareda: la luz se torna incierta en los
pañuelos luego se almidonan los anteojos la limonada en cucharadas de los
tropezones los muertos que nunca faltan a expensas del dinero me fundo en la
infinitud de los peñascos que tiene el surco se arquean en bocanadas los
anzuelos: nos duelen hasta las escamas de la ambigüedad del paraíso de pronto
también centellea el despojo y la sucia magia del país (el cuchillo colgado de las palabras del odio) y la memoria
pinchada de lluvias oscuras y esa caldera de flechas sinuosas y esas flamantes
bocas para la oratoria —a veces sólo es cuestión de tiempo para entender las
manías del hastío y sus viejos homicidios de murciélagos y su raída sal de
sollozos inexplicables y sus ecos de beatíficos neumáticos a veces sólo quiero
quemar mis manos en los religiosos dedos de los escapularios llegar a los
sueños donde florece la rosa abisal del estertor arrancarla de su sitio
morderla desde su fondo de líquenes subir al escalofrío y gritar y que gota a
gota se humedezca el pesebre —(es cierta e íntima la relación con Dios me
dices en cierto modo es un “sentimiento de divinidad” más allá de mis infinitas
calamidades o de la lascivia que desvanece el espejo) pero el dolor está
ahí solitario y boscoso los confusos cazadores de lo cárdeno o el establo de
sábanas en mi aliento arrinconado de oscuridad con mis dientes de lúgubre insignificancia
alguna muerte me traen las depravaciones de la ceniza perdónenme este estornudo
de pájaro en medio de una confabulación de pétalos perdónenme por este andrajo
de murciélagos en el caballito de cierzo de mis pespuntes…
Barataria, 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario