Imagen cogida de codyhooperart.com (Pinterest)
AHOGO DE BRAZOS
A veces en secreto
nos nacen cementerios de ojeras y ojales de hundidos cráteres seguro que en la
lección del día a día los periódicos dejan establecida la historia: quizás el
itinerario de la sed o los excesos omnipresentes de la podredumbre al cabo en
un país de tantas reverencias las adhesiones tienen que ver con los cuervos más
que con la codorniz del alba siento el olor de esa humedad irremediable de los
débiles postergados siempre de los sin nada siempre de los sin bálsamo siempre:
un día convertiremos la niebla y sobre todo la niebla histórica en un día de
luciérnagas blancas para ser absorbido sin obscenidades desde la ventana —uno lee en secreto todas las manecillas de la
locura los caballos que deliran en la bestialidad de sus cascos pero la locura
no espera claro está siempre es una locura con agujeros y desaparecidos con
badajos y mareas inútiles hay guerras que se libran sin ninguna certidumbre en
pasajes de primera clase y perfumes en esas formas generacionales de la compra
venta de conciencias o los subterfugios portátiles del contrabando pero
nosotros sordos apenas sobrevivimos ni siquiera susurramos salvo en la orilla
del deseo que nos persigue sabiendo de la debilidad de las perturbaciones (pero claro no pasa nada ni aquí ni en
ninguna parte: todo es como si tuviésemos un buen coito y los actores fuésemos
seres reales y sin fatiga seres de luz que jamás han transitado en el absurdo
vivir no es extraño siempre y cuando enmudezcas siempre que tus capacidades no
oscurezcan a las otras) pero bueno el extravío de seguro tiene otro nombre como los nombres de la luz la cárcel los
espejos hace tiempo siempre es igual y nada me sostiene cualquier intensidad
acaba por desarmarnos por eso me escondo del frío y de las viejas fiebres de
las sábanas —en ocasiones sólo yo y mis
paranoias los ojos amputados y aquella camisa de heridas donde el ruido es
irremediable casi muero entre mortajas de bruma y cuchillos de desnudez el país
duerme bellamente sin ningún luto que lo atormente aun con su cáncer sempiterno…
Barataria, 2017
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