Imagen cogida de la red
ÚLTIMOS PÉTALOS
Vos y cada poro de tus pétalos
humedecidos en la habitación del luto.
Todo desertó en medio de bocas
moribundas. La embriaguez y ese afán
por los vacíos: subimos al páramo
como una larga elegía de guijarros.
Desde la puerta se alzan ciertos
territorios en desuso, (ayer, extraña
la quemadura en la osamenta del aire, extraño el reino de los
dientes debajo
de la luz, extraña la cerradura de los trenes.)
Siempre en fuga como la sed del
fuego: me obstina el hervor del caracol
y el rastrojo de pétalos que deja
en su descenso.
El adiós tiene sabor a viento y a
espesura; a estas alturas, enrollo el hilo
de la entraña del horizonte y los
pájaros, —quizá después, sólo después,
alcancemos —justamente— los
reflectores del olvido.
El calendario con nosotros es
semejante a un orgasmo infructuoso…
Barataria, 13.IX.2014
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