Imagen cogida de la red
OLVIDO
Sueño ya el olvido y las
extrañezas en vísperas de relojes caducos. El horizonte
es irreparable en las
postrimerías de la edad (también los
mostradores
huesudos de las talabarterías, los disfraces cumplidos de los
funerales sobre
el mundo infinito del desquicio.)
Después, todo será como la mesa
vacía de transeúntes sin bitácora.
En lo alto de los hombros, esa
sensación extraña del fuego. El silencio obsoleto
de cadáveres, (alguna pared oscura entre las manos)todo
a la espalda de torpes
comensales. Mañana, qué lejos
mañana para el paraíso.
Cae la boca sobre el cuaderno de
la bruma, sobre el rostro ya hecho despojo.
En medio de tanta cetrería, no
tengo sino esta sombra de caracoles
como una linterna acústica, cifra
conceptista en el imaginario del búho.
En la hora implacable del
vinagre, vos y la afectación de mis sentidos…
Barataria, 22.IX.2014
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