Pintura Rene Magritte - The Universe Unmasked
DENTELLADAS
Humedecen de silencios las calles, el viento que
alrededor agita piedras.
Trepa la sed de las ventanas a mis sienes, exasperan
vacilantes
las pupilas; en medio de los confusos estrépitos de la
niebla, el vacío
del sueño y su cordel de sonámbulos féretros.
Es el país que me empuja golpeándome hacia la furia
silenciosa de sus cruces.
Es el país durmiendo en las larvas húmedas de los
crisantemos,
es el país con fotografías de peces muertos,
es el país donde cada quien se difumina en la noche y
envuelve
su humanidad con las sombras, a la orilla de alguna acera
de desesperación.
Es el país que aprisiona las bienaventuranzas en la
garganta,
el que sangra aturdido buscando al prójimo,
el que cada día ve moribundo el arco iris en las
fotografías,
el que se agarra del asta de sed y cubre sus huesos con
mudos escarabajos.
En el cuchillo del reloj, están escritos los designios de
los ojos.
Todas las mañanas parecen desnudas o enterradas como
algunos nombres:
pesan las alas a la medida del granito.
Incomodan los roedores desde la orilla de la fosa sin que
se inmuten.
Sucede que no son del cielo los lagrimones que riegan la
tierra,
sino del entresijo endurecido de la historia, del hollín
famélico de la sombra.
Cada vez deliran más las pestilencias y trituran las
aguas de la cordura.
Uno, allí, tiene miedo de todo, miedo del ciego de
parábolas y del vidente
de brumas y del sofista prolijo en estratagemas…
Barataria, 2017
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