Imagen cogida de la red
DIMENSIÓN DE LA SAL
Ya en la sal, las aguas
infinitas, lianas habitadas por invisibles olvidos.
En medio de la bruma que produce
el espejismo, habitas junto a los abrigos
disueltos de la espuma: secreta,
me despojas del inasible pez
que busca la compuerta, dejando de un lado la ceniza o la agonía.
¿Quién me alberga, después de todo, en este
desierto de agua cristalizada?
¿Quién descubre el itinerario de
la arena, la pétrea raíz de las antorchas?
En su más intacto ardimiento, el
nido del caracol en lo irreparable:
Cada grano de sal, entonces,
cimbró súbitas lunas, rutilantes caballos
en la piel, cauterios que
maduraron como un manantial.
Allí, en la forma casi
acantilada, la temeridad de una gota: el labriego
predestinado a las embarcaciones…
Barataria, 2014
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