Foto de Luminita Lazaroiu,
cogida del FB de Doina Dorneanu
INTEMPERIE
Y no se puede disimular este
tapial o acequia de un tiempo fallido:
callan los techos vacíos sus
grifos de lluvia,
los pensamientos que al final
sólo conocen las cloacas,
nadie los atiende ni oye,
lentas sombras donde anochecen
las fauces del esqueleto de la esperanza.
¿Quién cavó en lo profundo hasta
ahondar en las vísceras?
(Crecen los aletazos ciegos de las hojas sobre el césped. Es
inútil
reclinar el tedio en lo irrestañable y pensar que la mugre sólo es
la tarde
desfigurada, en el cristal del ojo que la mira.)
—Por si acaso, ya tengo abrigo:
la piel de lobo del aliento…
Barataria, 19.IX.2013
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