Imagen cogida de mariguari.blogspot.com
DESVELOS
Casi infatigable el tiempo que
cercena la antigua hojarasca
de la salmuera. Innumerable el
rito de horas desangradas: igual a las paredes
sordas de la sal, (miserables lejanías de la nostalgia) en
ropas baldías.
¿Quién puede propalar la noticia
de pájaros invisibles en el implacable
mercado de manubrios? ¿Quién
merodea el nosotros con esparadrapos,
y trepa al mínimo grano de lo efímero?
—Me envuelve toda la leche agria
del escombro.
(Después de todo, el destino como la lluvia sigue su cauce
al pie
de la letra, como un número absoluto en los andamios del
horizonte.)
Todo es falso estupor en la
penumbra irrenunciable: las palabras
llenas de polvo, la saliva
hundida en el desatino del candado.
Camino al borde del vaivén de
paredes humanas: todo es convulsa
tempestad, como los viejos
armarios desahuciados por los ojos.
Un grito desesperado muerde las
apostillas del entrecejo, la lechuza
inerme de la intemperie…
Barataria, 22.IX.2013
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