Imagen cogida de la red
APARICIÓN
Tras la epifanía de la tinta, el
vendaval y sus trompetas; los arcos
del pájaro y su destello: no hay
muro que aguante las palabras,
ni candil que no desvele las
sombras atardecidas de la ventisca.
—Según la profecía de los
párpados, el ojo se obstina al tiempo, desnuda
claridad de la consumación.
claridad de la consumación.
(Después de todo, nos desclavamos del vahído y lo ponemos —el ojo—
en el umbral embalsamado de las horcajadas. Cabalga esa extraña
sensación de los atavismos en el petate del bahareque.)
Barataria, 05.IX.2013
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