Imagen cogida de la red
IMAGEN Y SEMEJANZA
A
César Ramírez Caralvá
De
un lado a otro me paseo
la
cierra de mi mirada corta circularmente los horizontes
y
permanezco erguido
punto
negro del cetro
en
medio de una corona circular
mi
vida que se deshace tal un círculo en el agua
Michel
Leiris
A imagen y
semejanza lo inasible del pan en la transparencia las palabras en la sombra
miserable de lo enjuto las palabras delatoras de mis huesos el cuenco de mis manos en el fuego tardío de
las canicas es demoledora la danza del eco en la utopía de las horas
resurrectas la ciudadanía que transcurre en la gratuidad de la zozobra —me dueles como me duele la moneda del desamparo esta necesidad
cohibida de los otros el silbo de las calles pregonando la horchata las
enchiladas los tamales pisques la recua de adversidades que salen a través de
las ventanas me dueles cuando el día es la cirrosis en los pocitos de agua del
invierno caigo sobre las aceras con mi
instinto de feligrés nocturno escarbo en los tapiales de la libertad como un
muerto en la agónica ciudad de todos los días hay mucho drama —me dices— en ese afán peculiar de los
artificios: nos reímos podríamos reír entonces sin mayores consecuencias (los absolutos acaban siendo invertebradas
ideas) lo sé cuando los niños juegan a la escritura de los relámpagos más
limpios del planeta —claro— que no los huele pega o los lustradores de zapatos
o las vendedoras de melcochas para no alterar el orden de las cosas pongo mis
huellas sucias en el cuaderno así glorifico la contemporaneidad del espasmo
siempre los recuerdos escupen en mis costados las sienes en el ultraje del
tiempo la ironía con sus manuscritos de orina hueco el espejo de los caminos
vívidos ¿quién nos mira desde las cercanas tierras de la indiferencia? ¿quién
nos invita al sosiego de la patria? el día nos arrastra con sus vestiduras
ahogadas tu cuerpo el mío distraídos en medio de las sombras únicamente abro
los ojos para ver el pájaro oscuro del horizonte los dientes inagotables de lo
insaciable lo imposible que resulta la suavidad la legua de madrugada en el
cieno la piel arrojada al camino de los cansancios pese a todos los análisis
resultan extraños los güistes en las palabras el canto adentro de las paredes:
la rama de la tempestad y sus breñales nadie se inmuta frente a las crecientes
aguas frente al golpe y al galope creedme que todo es vértigo en las aldabas la
brizna el alba las húmedas líneas de los encajes que se deslizan como un río
terrestre el caudal del delirio en el tropel de la desmesura en la vida real el
mito o la leyenda es solo eso: el enjambre es profundo en las entrañas
cadáveres terribles girasoles cuerpos efímeros en el ala para salir de la
tormenta la liturgia giratoria de los aullidos y el abanico frontal de la escarcha (nada me es dado gratuitamente)
el número impar en el estupor de las lámparas la heráldica antigua del sollozo
junto a las formas infructuosas del tiempo sustancias de granito máscaras
atavíos encías condenadas al pus aunque no me lo digan conozco el rostro y sus
contornos la alabanza o la indiferencia nada me has dado sino la muerte del
horizonte las sombras consabidas para el tránsito la fuga violenta del azúcar y
esta oscuridad de recuerdos creedme a menudo el lamento es un pájaro de remotos
tiempos y eclosiones no hay misterio ni brújula dejadme con estos ojos de
cansado blues con esta montaña de atavismos dejadme tal cual: balbuciente
abriéndome a la tortilla ¿qué otra posibilidad existe? acumulo ya con cierta
pericia la carcoma de mi propio cuerpo a imagen y semejanza del tizne propio de
mis espejismos…
Barataria, 13.VI.2014
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