Imagen cogida de la red
ENTRESUEÑO
Casi entre la bruma la lucidez de
mi conciencia: La vigilia martilla
los mástiles, y los días en
trance en medio de la penumbra.
La memoria se pierde en el
pantano del aletargamiento. Mengua cuando
los imaginarios también asfixian,
y la sed se torna extraña en las
esquinas de la clarividencia: en la oscuridad
hay pájaros extraños, sustancias
distantes y aullidos.
En ese trasiego de heridas, el
candil deshecho de los arcanos y el espejo
con su cueva infinita.
En la ceniza de allí, un tragaluz
soterrado gime como un mendrugo
en las manos de mi propio
cautiverio…
Barataria, 30.V.2014
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