Imagen cogida de la red
HERRUMBRE
En el umbral del reloj, los ojos del moho en su apasionado delirio.
A veces es circular la enredadera
que levanta la saliva, el párpado endurecido
en los muros, el sarro sin
descifrar de las calcinaciones.
—Quizá un día nos alejemos de los
vastos espacios de los reinos cóncavos
y caminemos como lo hace todo el
mundo.
Distantes de los ídolos, somos
nosotros lejos de los cementerios;
En cada palabra, los armarios de
la caligrafía, el grafiti obsceno del prostíbulo,
y los llamados a la reconciliación
nacional.
¿En qué punto la decadencia se
hizo multitud? ¿En qué leyenda el bagatela
es héroe? —Vamos, —me dices—
resquebrajado el ofertorio, a nosotros,
las estrías de la salmuera y el
olvido…
Barataria, 18.VI.2014
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