Imagen cogida de la red
PALABRA ÚLTIMA
En medio del tumulto los peñascos
de la claridad y su redondez de pájaro,
las aguas atardecidas
deslizándose en los agobios:
resplandecen
los materiales grises de los
amantes extenuados ¿qué sentido tienen los diques que presagian la noche?
¿Qué regocijo de piel tienen los
páramos, la acumulación de gritos,
la turbiedad de los espacios
inasibles? —En el último traspiés de la congoja,
gastamos las ventanas inéditas de
la ciudad; desencajamos la escarcha,
mordemos la crispación amarilla de
las soledades.
Salvo el ojo del tiempo, sigue la
marcha de los funerales, esta fatalidad
que no redime el drama quejoso de
la arqueología, la mendicidad dejada
en los ijares. (Por cierto, no hubo nunca una palabra
última, sino una lenta
castración de campanas y sombras enfundadas en el espejo.)
Barataria, 16.VI.2014
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