Imagen cogida de la red
ALLÍ LOS OJOS
Allí los ojos desvanecidos en la
noche, sobre el polvo de las sombras
deshojadas. Alrededor de las ventanas del
cuerpo, ¿cuántos presentes caben?
¿Cuántas noches? Todo lo ofrezco a las calles
silenciosas donde hurgo
el olvido de las imágenes que
acompañan a las depredaciones.
—Quizá solo pueda saludar a los
paraguas póstumos de la muerte, al petate
de la oscuridad en la
clarividencia,
o al pájaro desconocido que
respira en la distancia.
(Lo vívido nunca tiene ropa, si acaso la verdosa piel del musgo o el alter ego
de la ceniza frente al espejo.)
Ante mis ojos, el estribillo del
confín y sobre la orfandad, el ropero del follaje.
Allí, ebrio de paredes mis ojos
nocturnos.
Allí, siempre mi pobreza y su
legión de sábanas raídas.
Barataria, 28.V.2014
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