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cogida del FB de Micul Prinţ
ATERDECER
Tengo una historia colmada de
epitafios. Un alma de limosnas.
Pese a ello, me yergo, y busco el
agua en todos los rincones de la piedra.
Siempre reúno en pequeños
fragmentos cada una de las sombras
disueltas en la salmuera, cada
una de las gotas del espejismo.
Qué más da —me digo—, cuando el
día se desploma en el horizonte.
Cuando descarno la ventana,
también viene la soledad conmigo, sumerge
el rostro en la negritud hasta
inmolar el aliento.
(El espejo, es sin duda, otra cárcel donde mueren las
siemprevivas.)
Por si acaso, sigo despierto,
agarrado a este pedazo de nostalgia que emerge
de la sed. ¿Hasta cuándo el
moscardón y sus fauces?
¿Dónde dejo la escarcha de las
simulaciones, el follaje invalidado?
—Siempre me alejé de la idolatría
hacia ciertos demonios…
Barataria, 28.VI.2013
2 comentarios:
"El espejo, es sin duda, otra cárcel donde mueren las siemprevivas" me encanta este poema, maestro y poeta. La reverberación de las aguas de asfalto son solo eso, el cemento que atesora cuello y oídos dispuestos.
Un abrazote, mi querido poeta
Sofía
Gracias, querida poeta y amiga Sofía, por estar en esta otra orilla de mi litoral. Un abrazo, André.
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