Imagen cogida del FB de Iulian Sirbu
RENUNCIAMIENTO
Decantado el deslumbramiento,
rompe el luto su envoltura: morí
sobre el taburete de la hondura,
toqué a fondo la sedición y me rendí.
(He sido paciente escribiendo monólogos durante el desvelo; quizás
debí humanizar todos los años sombríos de la hoguera estéril.)
Nunca fui inmune a la ficción de
los días desvividos, nunca la garganta
dejó de beber ríos subterráneos;
dejé arder los cuadernos
petrificados del aliento, descendí sin zapatos
hasta la gota derruida del in
finito, pero fueron en vano mis manos.
Un día, antes del romper el
espejo, hice mi propio balance:
Cogí el paraguas y me refundí en
mi propia sombra: atrás quedó
el arado de agua con ese aroma
sajado de los renunciamientos.
Lo demás está en el anverso de lo
póstumo…
Barataria, 20.VII.2013
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