Imagen cogida de la red
MEDIANOCHE
Vuelvo como el ladrido del perro
inoportuno de la medianoche.
El lomo de los recuerdos desnuda
los espectros domésticos del fermento.
(La oscuridad absorbe los cadáveres de la almohada), ¿alrededor
de qué ventanas se abren los
candados,
los actos del sopor y del
aguacero? ¿Qué aguas permanecen en el buitre
de la intemperie?
—Después de tanto caminar he
vuelto: en el confín, la geometría
de lo andado, la certidumbre de
la caducidad,
el juego del infierno con su
asfixia, la ropa presentida de los estragos.
(Después la fiebre se ha vuelto museo inasible. Sé que la vigilia
jamás restaña
el enjambre de la alegría.)
En esta medianoche de
inmolaciones, fundo sollozo y naufragio:
jamás supe despertar de otra
manera…
Barataria, 22.VII.2013
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