Joan Miro: Ciphers and Constellations,
in Love with a Woman
VASTO PARPADEO
Hacia
los agujeros que se forman en la soga, el vasto parpadeo de los féretros,
los
postreros pensamientos agregados al crepúsculo,
la
sombra monótona e impasible de los cuerpos: el confín aprisiona los ojos
junto
al agua de sal que presiden los suspiros.
Me
zambullo en la amarilla almohada, rutilante de trenes.
Siempre
es terrible divagar en el cuchicheo de algún pétalo extinguido;
alguien,
de seguro, conserva todavía algún respiradero para los olvidos.
Alrededor
de esos vastos golpes, cabecean los sepultureros del silencio,
mientras
la niebla garabatea algún panegírico.
Son
vastas las muertes colgadas en el aliento. Uno lleva en cierta forma,
pedacitos
de tumbas en el costado,
noches
de relámpagos desmoronándose, rasguños de algún infierno húmedo,
o
simplemente abolladuras en los espejos.
Crujen
las cartas y las tarjetas postales en su remolcada caligrafía.
Descienden,
se desclavan los paraguas solemnes del tiempo: una puerta
rechina
y agiganta mis laberintos, las solas palabras con llaves.
De
vuelta a la página, el litoral remoto de pájaros, las calles abiertas al
paladar,
los
gritos gigantes de las ventanas.
—Espero
aquí, después de todo, el sermón vertical de los pedernales.
Entre
el ruido de un hueso y otro, la hojarasca de los fuegos inaudibles.
Allí,
cerca del suelo, la piel y su ahuecado paraguas, los baldíos de la noche.
Nunca
hay certeza para saber cuánto crece la sed…
Barataria, 2017
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