Imagen cogida de la red
ARDIMIENTO
Siempre nos toca
arder aquí en el sendero de la noche cuando la luz es más visible en toda la
extensión de los cuerpos: y en este punto somos vuelo sobre nuestro lecho labra
la boca su orgía luego el aliento en la ventana como un jilguero agita cada
quien su propio incendio mientras repico hasta sangrar en lo ardido (es un ir y venir: la ternura entre los
oleajes del agua aprieto cada poro ciegos de sed visceral nos deshacemos hasta
el grito de la rosa entre las manos hasta vaciar toda la cosecha luego la
marcha asume los rescoldos)…
A veces hay que dejar
guardadas las palabras apartarlas de ese lindero de vahos después uno ojea la
propia sombra o la muerte ese tiempo donde se azuza toda la vida la tierra
volcada en nuestros pechos
Deshecho el nido nos
queda la intimidad de la nostalgia o el tatuaje de la travesía
Barataria, 20.III.2017
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