Imagen cogida de la red
RESPIRACIÓN DE ENGAÑOS
En impensable todo el aire
viciado que respiramos. El antro tropical
de las sombras en el paladar duro
de los engaños, a menudo lo es,
este desfile de carteles, la
publicidad pintada de paraíso, la sonrisa gótica
de la elocuencia y sus
talismanes.
Toda la ciudad obligada a leer
falsedades e imágenes recortadas de otros
paisajes menos adustos. (Y sin embargo, en las paredes, la caverna
abierta),
las vértebras esculpidas en la
sombra del cirio.
Ahora más que nunca es difícil tocar
llaves de felicidad,
cuando la noche aflora sus
dientes ciegos y el matapalo nos devora sin reparo.
¿Cuántos deseos disecados caben
en las paredes?
No importa cuánto nos golpee el
hambre en el pecho. Cuando es media vida
la que vivimos. No importa el
paisaje gratis hacia la muerte.
No importa el oprobio y el placer
gratis de otros.
La catarata es obscena para
nuestros bolsillos: día y noche el semblante de sed
de las aceras endurecidas; en el
harapo inagotable, la tormenta siempre
con su traje innumerable.
Y mientras marchamos, nos
adentramos a otra jaula tan siniestra como la hoja
seca disuelta por la niebla. Sólo
hay escarcha y herradura.
Barataria, 14.II.2015