Church in Cassone - Gustav Klimt
ALTAR
Desde la atalaya del sonido, el
lecho del mar sostiene mi pálpito.
El cuerpo que baña los mástiles
en la otra orilla del pálpito. (Todo es real
Como la piel abrasada por catedrales, como el agua del día en el
cántaro.)
Desde la fosforescencia del
dátil, el aceite indemne entre las manos,
los peces dilatados de los muslos,
la flauta invisible del susurro.
En la ansiedad circulante de la
sed, la invocación del altar y su necesario
coloquio en el aliento. (Siempre
hay algo sobrehumano que renueva
el regocijo de la hogaza anhelada.)
Siempre hay algo intemporal en aquella luz que nos lee la demencia.
Siempre hay algo intemporal en aquella luz que nos lee la demencia.
Barataria, 08.VIII.2013
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