Imagen cogida de la red
CUERPO
Me bebo la difícil tarea de la
nostalgia: nada me impide aspirar
los continentes y ese territorio
líquido del desatino.
(De pronto, es como si la intimidad fuese fosfórica, delta el aire
que se cuela
a través de las puertas.)
La lengua extraña de la memoria
me vuelca hacia días inusitados:
lame ese contagio de cuerpo a
cuerpo como una infancia de crayolas.
—Desde este lado del tiempo, el
grito buscando la puerta, líquenes y rieles
como trenes temblorosos…
(Vos en mi sed de ojos como dos
niños en la ruralidad de las escaleras.)
Barataria, 06.VIII.2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario