Imagen tomada de la red
MUELLE SOLAR
Al borde de
la puerta los ojos del disimulo revolviendo las maletas del aliento las aguas
solares de la duda humosas las vigas de donde cuelgan las lámparas ennegrecidos
allí los rincones del umbral muchos días de cansancio y la inundación de
pensamientos alguien se encargó de destartalar el cofre de los silencios y los
recursos expresivos nada es diferente a otra confusión de aguas al aire viciado
de lo rústico a la risa en actitud de infosforescencia creo que fue ayer cuando
respiré el absurdo de las palabras:
realmente siempre me resulta difícil explicar la realidad y la luz los muelles
siempre hay una sensación extraña desproporcionada vuelvo a mis
ensimismamientos en el nombre del aire
que de alguna manera permea las sombras el sueño enclítico de los dedos —devoramos a cada instante el minuto indefinible del sigilo lo
irrefrenable del río que pasa mordiendo las baldosas y ese olor a embarcadero
despintado al roce interminable con la madera nos envuelve esta certeza del
pálpito los trapos mecánicos de la luz y la orilla del mimbre como una linterna
en desbalance siempre odié las vaguedades emocionales y los golpes de pecho
allá en la alta ventana del raciocinio y hoy quedo ahí calcinado en la vorágine
¿llueve? allá ¿han desaparecido las ventanas las horas de la blandura de
nuestra propia destrucción? El desatino es algo que nadie entiende y que avanza
hasta tocar los ataúdes de la tierra somos espectadores de decenas de
luciérnagas descubrimos lo inexpresivo en la escarpada nube del horizonte
mientras las paredes chorrean su propia tinta mientras cualquier forma nos
libera del absurdo en la explanada de cada emoción estamos condenados a la
seriedad de los muelles y a las brazadas de ideas que nos revela la garganta ¿volveré
a envejecer con la prontitud con que llega la eutanasia o es sólo una forma de
extraña vorágine la que se vuelve irremediable al abrir la puerta de la
respiración? empezamos a correr sobre la
hamaca del tiempo pero la sed no se puede andar en los bolsillos ni hacerla
objeto de la hipnosis: al fondo hay paisajes que nunca había visto la lencería
del trapiche al gusto de la caña percudida de las primeras tormentas
Barataria,
27.X.2012
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