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SUELO
Al ras
siempre en el vuelo fugitivo de los rieles el tren del alma que se pierde en la
noche como un pájaro súbito entre la ramazón de una sombra y otra modelada esta
vez por la ausencia: es vana la alegría y el cuerpo amanecido cuando la emoción
llega a fatiga se pierde la luz hay lluvia tras el aleteo de la tinta y
recuerdos de herrumbre en el pinar de la sienes y huellas de otros ahoras sin
brida que también horadan la misma distancia en la acuarela de la cara ningún
muelle o barco es menos doloroso que la ponzoña del tiempo: todo imaginario
resulta ser un desencanto entre el ser y la conciencia quizás las palabras
fijas no me den la respuesta ni la medida del común de la condición humana ¿qué he encontrado en la
noche diurna? ¿qué me dan los días nocturnos la nostalgia que he ganado todo
acaba por ser un falaz jardín el vértice subterráneo de la noche en el anca
modelada para el desuso diremos que el
cielo es inocente mientras no haya manos
entumecidas por la pupila ciega de la piedra diremos que bajamos sin zapatos
hasta el deletreo del enredo en todo este tiempo la soledad ha hundido sus
asteriscos la soledad al filo del ahora innumerable en el reloj de la garganta:
el suelo siempre es un pan ciego por donde arrastramos el ansia de los poros
nada nos queda entonces por hacer sino cavar en el alfiler nuestras manías
callar o gritar en la intemperie mordernos en la orina del sollozo o abrigarnos
en el péndulo de lo apriorístico en ese nudo sin hospital de la tristeza enfrente de mí el azogue de la tardanza y los
candelabros las aguas quebradas antes del almuerzo los francotiradores ardidos
por el cabildeo infructuoso del plato mayor de los pulmones a la mesa sólo dos
bonanzas o la miseria no más comensales en este binomio del ají no más mostaza
para la boca absorta los dientes han perdido la puntería de los candiles y voy
ciego de sangre y memoria como suelen ser los caminos de la locura enroscados
en su propia destrucción voy sólo con mi cuerpo abriendo las acequias sombrías
de la sed entre espectros es difícil mantener firme la dentadura lo sé desde que la agonía me trajo sus
colmillos lo sé cuando el ala desafía la sangre
Barataria, 05.I.2012
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