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OSCUROS CAMINOS
la
profunda latitud inferior de su ceniza contempla los sonidos vagabundos
de
los hombres los caminos en filas de sonámbulos los pájaros en fiestas de
mirajes
o en tumores del aire la mujer que lava la vidriera de los pulpos y
mañana
las cascadas en magnífico estado y el oso como regalo de miel.
Vicente
Huidobro
Aunque no lo
parezca vivimos bestialidades: existen sombras sordas y oscuros caminos por donde
transitamos si bien carecemos oficialmente de los paredones de fusilamiento están
los cementerios clandestinos donde los criminales ajustician con impunidad el aire fétido abre las persianas del día se
retuercen los días desde el fondo de las fosas colectivas ¡cuántas soledades
juntas aprietan mi muerte! sí es una
especie de incendio el día a día la mordida que retrata el río de la muerte el
tiro de gracia retorcido en el césped te
muerden la carne nos muerden las legiones de sal en medio de la desnudez
disuelta leo las esquinas indescifrables del grafiti esa geometría absurda de
la territorialidad ¿quién será el otro que arrastre su propio camino? ¿quién no
verá el mar ni la luna de nuevo los
peces invitados de la luz sin diásporas ni disparos? ciegos ardientes los
gestos y sus desmayos el cuaderno de
miedo suspendido en los anillos del atrio en el puñal callado que nos retrata
el paisaje de las paredes la luz inmóvil de los candiles no hay más que hacer
sino correr entre paraguas morder el miedo en la hojarasca o las aceras o los
predios baldíos ¿en qué aparcamiento perdimos el horizonte de los juguetes el
ala del porvenir o la silla o el
sombrero? la noche por desgracia no tiene puertas corredizas ni los pies
mástiles ni la superficie de la tierra otras galaxias ladran los perros dentro
del pozo de la tinta ¿es mi rostro o la memoria? mi nombre tu nombre en la camisa líquida del viento el ala el
grito como telón de fondo atados los brazos al sucio rincón del hollín en algún
lugar Rimbaud y otra temporada en el infierno y los ciegos episodios de la
realidad (“Me acompaña el comedor del
mediodía, pues hoy se despide. Antes que el sueño doblegue las pupilas, mi
pensamiento va de camino…me obsesiona una superstición: quien no tiene sombra
no tiene pasado.”) pienso en el pájaro habitual de los caligramas en ese
dichosofuí que abre la ventana su misterio que me torna sentimental y me hace
morder arbitrariamente las uñas de los dedos de las manos ahora todo es azar y
no vehemencia en la sartén el estiércol del mal agüero el tránsito desmemoriado
de estas calles con diversos centinelas pensándolo bien la variedad es
inconclusa busco el reverso del sonido la única posibilidad de explorar las
escaleras la velocidad de las alcantarillas la ficción de tantas larvas en la
saliva cómo seguir contando los minutos casi de manera parsimoniosa en medio
del enjambre sin pensar en tanta minusvalía: mis ojos los fetichismos el
crucifico hecho nudo en el escondrijo la sombra se retuerce en el ataúd de la
entraña entre los travesaños de la imposibilidad las moscas con sus cósmicos
zumbidos (vos) me dolés en el cien por ciento de mi tos es como una piedra
oscura abarcándome: rezo en el espejo de las conjeturas gotea el telón del mar
encima del tejado ah la cruz donde depositan su excremento los pájaros la
escupida de los funerales la piel ahumada del plato sucio sobre la mesa después
de todo tanto bullicio: un día seré sepulturero de mi propia ventana mientras
vos pensás en algún abanico clandestino o tumbás la sábana del último respiro:
en la yugular las telarañas de la melancolía las costuras evaporadas de la
sangre…
Barataria, 2014
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